Ganó su primer torneo como profesional en el año 2001, con tan solo veinte años. Desde entonces, Suzann Pettersen lleva compitiendo vorazmente en la élite del golf, intentado alcanzar el número uno del mundo y sumando grandes a un palmarés ya muy amplio. Su máximo apogeo llegó en 2007, cuando acumuló seis triunfos alrededor del globo, incluyendo su primer gran trofeo, el LPGA Championship. Ni Lorena Ochoa, Karrie Webb o Laura Davies pudieron ofrecer resistencia durante muchas semanas, ya que la noruega era potente desde el tee, contundente en sus tiros a bandera y certera con el putter en las manos. Antes de que comenzara esta temporada acumulaba cinco victorias en el Ladies European Tour y otras diez en el LPGA Tour.
Su juego, sin embargo, no parecía otorgarle tantas victorias como a priori parecía posible. Suzann siempre estaba entre las favoritas pero permaneció estancada entre las veinte primeras del Ranking Mundial durante varios años, incapaz de alcanzar su gran meta, el número uno, y seguir la progresión que marcó en aquel 2007 memorable. Seguía ganando, sí, pero no destacaba cuando más parecía importarle. Sus problemas se reflejaron en su juego corto, especialmente dentro de los greenes, donde probó a patear con un grip invertido e incluso con los ojos cerrados. Mientras Leadbetter le ayudaba con su swing y Pia Nilsson y Lynn Marriot en la parte mental, los resultados comenzaron a mejorar progresivamente. Entre el 2008 y el 2012, Pettersen acumuló nada menos que ocho top 10 en los grandes, incluyendo cuatro segundos puestos. Si se creaba opciones de victoria tan evidentes, los resultados no podían tardar en llegar, por lo que siguió insistiendo en los mismos principios.
Así comenzó el año, esperanzada de seguir acumulando triunfos. El primero llegó en el World Ladies Championship, perteneciente al LET y sin las mejores del mundo entre las participantes. Fue una inyección de confianza, pero cuando verdaderamente se vio que estaba preparada para subir de nuevo a lo más alto fue en los dos primeros grandes de la temporada, los primeros también de Inbee. En ambos, Pettersen fue tercera y comenzó una racha de buen juego que desembocó en estos resultados en el LPGA Tour: 23 torneos disputados, veinte cortes superados, catorce top 10 y tres triunfos más.
El más importante de ellos fue en Francia, en un campo inundado por las lluvias y un torneo reducido a 54 hoyos. El Evian Championship no había seguido el transcurso que esperaban sus organizadores, pero a Suzann le importó bien poco. Se situó a un golpe del liderato a falta de una vuelta y no cedió lo más mínimo cuando la líder, Mika Miyazato, sucumbió ante la presión que acostumbra a paralizar a las primerizas en este tipo de eventos. Cinco años después, Pettersen volvía a levantar un trofeo, pero no se quedó ahí. Lo hizo también en Taiwán, poniendo en dificultades a Inbee Park para llevarse el título de jugadora del año y a Stacy Lewis para imponerse en el Vare Trophy, entregado a quien menor media de golpes presente al final de temporada.
Entre las tres forman el triunvirato que domina en la actualidad el golf femenino y, viendo su progresión, no sería de extrañar que Suzann mejorara durante los próximos meses para superarlas. Ha sido la que más greenes en regulación ha cogido en 2013, cuarta en putts, segunda en la lista de ganancias del LPGA Tour, primera en la del LET… La número dos del mundo está preparada para, por fin, llegar al primer puesto.
Protagonistas del año: Adam Scott
Protagonistas del año: Justin Rose
Protagonistas del año: Phil Mickelson
Protagonistas del año: Jason Dufner
Protagonistas del año: Henrik Stenson
Protagonistas del año: Inbee Park
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