Protagonistas del año: Stacy Lewis

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Protagonistas del año: Stacy Lewis

Enrique Soto | 26 de diciembre de 2013

Ganó su primer grande a los veinticinco años, en una época en la que Yani Tseng dominaba con mano de hierro cualquier estadística, título o reto que se le pusiera por delante. No había demasiadas opciones de destacar ante el despliegue de la taiwanesa, reina por entonces de un mundo que en la actualidad se le antoja lejano. Stacy Lewis pasó por los mismos problemas que muchas otras jugadoras que destacan a una edad temprana, quizá demasiado para lo que estaban listas para asumir. Triunfó en el Kraft Nabisco Championship para respetar un escrupuloso silencio durante el resto de la temporada; poco o nada se supo de ella durante unos cuantos meses. Lo que nadie sabía es que en vez de hundirse se estaba preparando para su asalto a la cima.

Ocurrió el 17 de marzo y probablemente recordara cómo, con tan solo once años, fue operada de escoliosis. “No es normal”, declaró hace bien poco. “No se supone que debería ocurrirte. Personas con metales en la espalda… ¿Cómo puedes jugar al golf? No sé cómo puedo estar aquí”. Tras finalizar entre las diez primeras clasificadas en tres de los grandes que se disputaron en 2012, además de cuatro victorias, esta jugadora nacida en Texas alcanzó el número uno del Ranking Mundial. El 2013 fue una simple consecuencia de todo el trabajo que había invertido en alcanzar un nivel excelso en el circuito más exigente del mundo. He aquí algunas de sus estadísticas:

– Greenes en regulación: tercera
– Putts por green en regulación: segunda
– Media de golpes: primera
– Birdies por vuelta: primera
– Lista de ganancias: tercera

Después de aquella época de barbecho, en la que tuvo que sufrir a Yani, le tocó vivir el inicio de otra gran dictadura. Apenas cuatro semanas después de que alcanzara el número uno, Inbee Park apareció en escena con la fuerza de las grandes protagonistas de la historia. Nadie fue capaz de toserle durante tres grandes, en los que alcanzó a Babe Zaharias y marcó el comienzo de un reinado que se antojaba largo y productivo. Al menos eso se veía desde fuera, mientras Stacy seguía trabajando en los mismos procesos que le habían llevado a lo más alto. Esos números que figuran ahí arriba no eran casualidad, sino la consecuencia de muchas horas bien invertidas. En el Old Course de St. Andrews, el hogar del golf, por fin encontraría su gran recompensa.

Tenía treinta y seis hoyos por delante el domingo, la última jornada del Women’s British Open. Allí estaban Hee Young Park, Na Yeon Choi, Suzann Pettersen o Miki Saiki para plantar cara al viento que soplaba con fuerza en Escocia. Park, por otra parte, había dado una tregua a sus rivales con nueve errores y un doble bogey en tan solo unas horas; signo de que su reinado podría no ser tan sólido como a priori parecía. La número dos del mundo, desde el menos cinco, firmó 69 golpes por la mañana y, por la tarde, marchaba con más dos en el 17, un hoyo que había dado quebraderos de cabeza a todas las participantes. Allí llegó su cuarto birdie del día y una frase que delataba a la perfección a la persona que se escondía tras esa figura frágil. “Otro más”, le dijo a su caddie. Un putt de ocho metros coronó a una chica que llegó a dudar de poder dedicarse a este deporte. Ganó con dos impactos de ventaja.

“Todo sucedió muy rápido al final. Tienes miedo en cada golpe y de repente haces un par de birdies, al final, y todo se ha terminado”, dijo. Fue la gota que colmó el vaso de una temporada excelsa, en la que jugó veintiséis torneos en el LPGA Tour y finalizó nada menos que diecinueve veces entre las diez mejores. 2013 no solo fue el año en que Lewis llegó al número uno, sino en el que demostró que estaba más que preparada para vivir en esa posición durante buena parte de su carrera.