04 de Diciembre de 2013
Dieciocho hombres se reúnen esta semana en el Sherwood Country Club para la disputa del Northwestern Mutual World Challenge, más conocido como el torneo de un tal Tiger Woods. Lo es por dos motivos: el primero, que el número uno del mundo es el anfitrión; el segundo es que de las catorce ediciones celebradas hasta la fecha, ha ganado en cinco y finalizado segundo en otras cuatro. Siguiendo la estela del Arnold Palmer Invitational o del Bridgestone, donde acumula ocho triunfos a lo largo de su carrera, bien se podría considerar a éste como uno de los cotos de caza favoritos del Tigre.
Leer el artículo completo.02 de Diciembre de 2013
Ryo Ishikawa tenía solo quince años cuando compitió en su primer torneo como profesional en el Japan Golf Tour. Se trataba tan solo de un prometedor amateur que buscaba algo de experiencia ante los mejores de su país, medir si sus fuerzas estarían a la altura de lo que se le exigiría en un futuro no muy lejano. Pocos conocían algún dato de la vida de ese chico, pero cuatro días y unos cuantos birdies más tarde, empezarían a averiguar unos cuantos. En efecto, Ryo ganó aquel campeonato y se convirtió en el más joven de la historia del circuito en alcanzar un hito de esas características. Un año más tarde se pasó al profesionalismo, alcanzó un puesto entre los 100 mejores del Ranking Mundial y fue apodado como “Hanikami Oji”, es decir, “El Príncipe Tímido”.
Leer el artículo completo.02 de Diciembre de 2013
El golf es un deporte caprichoso. A finales del año pasado, el planeta clamaba por un duelo en la cumbre entre Tiger Woods, el furioso dictador que había acaparado victorias durante más de una década, y Rory McIlory, el firme candidato a la sucesión en el trono. Nunca en la carrera del eterno número uno se había encontrado con un aspirante similar, tan talentoso como para atacar cada bandera de los campos sin despeinarse, sonriendo, como si a sus veintitrés primaveras no hubiera conocido todavía la palabra derrota. Cuando llegaban los últimos hoyos de un campeonato, Rory, además, alcanzaba una velocidad que nadie era capaz de percibir. El duelo estaba servido para 2013 pero, como decíamos, el golf tenía otros asuntos pendientes por resolver.
Leer el artículo completo.27 de Noviembre de 2013
A comienzos de este año, Steve Stricker nos sorprendía con una noticia: jugaría menos torneos que en anteriores temporadas. En muchos aspectos, se trataba de una evolución natural. El estadounidense sumaba ya cuarenta y seis años, de los cuales, dieciocho los había dedicado al PGA Tour. Quería estar más tiempo con su familia y sabía que, probablemente, su mejor época para triunfar en la élite había pasado ya. Eran un total de doce victorias (ocho desde 2009) y diez top 10 en los grandes.
Leer el artículo completo.27 de Noviembre de 2013
Nos referimos a él con cotidianidad, pero en muy pocas ocasiones tenemos una idea clara de lo que supone el talento en el golf. Puede verse reflejado en una maravillosa capacidad para meter putts, como la que tenía Ben Crenshaw o la que todavía posee Luke Donald; una maravillosa imaginación como la de Severiano Ballesteros o Phil Mickelson; la férrea creencia de Tiger Woods en que se trata del mejor jugador de la historia… Pero dejando a un lado todas las situaciones particulares en las que puede surgir, quizá la definición más precisa la pronunciara Alberto Binaghi, entrenador de Matteo Manassero. “Todo se trata de la capacidad para hacer pocos golpes”.
Leer el artículo completo.24 de Noviembre de 2013
Como en el resto de los sectores, en la industria del golf abundan las marcas y los consumidores tienen distintas percepciones de cada una de ellas. Crear una marca y reforzar su valor por medio del branding va más allá del mero concepto de marketing: una marca sólida puede derrumbarse en poco tiempo si da la espalda a la innovación y no invierte en nuevos conceptos que la refuercen, pero también puede verse muy afectada por los errores de comunicación.
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