24 de Noviembre de 2013
Tres hombres en un margen de tres impactos en la jornada final de la Copa del Mundo. Es la obra que acogió Royal Melbourne, escenario a camino entre los links y los campos estadounidenses, impredecible incluso para los jugadores que mejor forma han mostrado a lo largo de la semana. Ni siquiera ellos estuvieron a salvo de los grandes errores; un drive mínimamente desviado a la derecha, un bote desafortunado y zas, un nuevo líder cediendo su posición con un doble bogey. Era la imprevisibilidad del golf llevaba hasta uno de sus exponentes más altos. Jason Day, Thomas Björn y Matt Kuchar fueron los protagonistas. Al caer la tarde sobre Victoria, todo un país salto al unísono.
Leer el artículo completo.23 de Noviembre de 2013
Había perdido a varios familiares hace unos días en Filipinas, pero no quiso dejar de representar a su país en la Copa del Mundo. Jason Day entregó dos solidas primeras tarjetas en Royal Melbourne, manteniendo esa intensa concentración que le hemos visto en las grandes citas, intentando abrirse paso en un recorrido de puertas abiertas, pero que penaliza la más mínima imprecisión, incluso cuando llega en forma de botes. 68 y 70 golpes en su casillero, y la oportunidad de entregar junto a Adam Scott una victoria memorable a sus compatriotas, que todavía digieran aquella chaqueta verde lograda el pasado abril.
Leer el artículo completo.22 de Noviembre de 2013
“Pega tu bola hacia la parte equivocada y Royal Melbourne te morderá… Es justo lo que lo convierte en un campo increíble”. Son palabras de Kevin Streelman, que jugó por segundo día consecutivo bajo par en la Copa del Mundo. “Es muy fácil hacer bogey o incluso peor porque está muy duro y firme”, declaró Ricardo Santos, no muy lejos de él en la tabla. “Tienes que ser muy paciente y estar muy inspirado alrededor de los greenes”. El verdadero protagonista de esta semana, en la que compiten algunos de los mejores jugadores del mundo, es este recorrido australiano; a camino entre los links escoceses y las extensas praderas americanas. El mejor resultado del día fue un menos cuatro.
Leer el artículo completo.21 de Noviembre de 2013
Royal Melbourne, una mezcla entre las características propias de los links y la precisión que exigen los campos estadounidenses, fue el escenario de una primera jornada en la que jugar bajo par resultó una aventura arriesgada. No era difícil ver a los profesionales encadenando un par de birdies para, poco después, liarse en forma de doble bogey en uno de sus múltiples bunkers o a través de varios botes desafortunados. No son muchos los acostumbrados a este tipo de recorridos, nobles y predecibles por una parte, completamente enrevesados por otra. El viento, como acostumbra por estos lares, tampoco dejó que alguno se escapara en la clasificación.
Leer el artículo completo.18 de Noviembre de 2013
Cuando comenzó este año, Henrik Stenson era el número 53 del mundo. Su última victoria databa del año 2009 (The Players Championship), sus estadísticas eran sinónimo de mediocridad y, en general, su carrera parecía correr peligro de instalarse en el silencio más profundo. Las cosas, por suerte para él, han cambiado drásticamente hasta que el pasado domingo le escuchamos decir: “Esta temporada ha sido un sueño”. Esto es lo que ha conseguido el ahora número tres del mundo:
– Segundo en el Open Championship.
– Tercero en el PGA Championship.
– Ganador del Deutsche Bank Championship y del Tour Championship (PGA Tour).
– Ganador del DP World Tour Championship (European Tour).
– Primer vencedor de la historia de la FedEx Cup y la Race to Dubai en la misma temporada.
– Séptimo en precisión con el driver, primero en greenes en regulación, cuarto en media de golpes del circuito americano.
“Esta jugando el mejor golf del mundo en la actualidad”, declaró Ian Poulter, segundo en Dubai el pasado domingo. ¿Cuándo comenzó esta racha de resultados? El caddie del sueco, Gareth Lord, lo indicó en declaraciones a la BBC: “Fue en el US Open de Merion. Teníamos una oportunidad de ganar con nueve hoyos por delante y casi nadie lo sabe: estábamos solo dos o tres por detrás del líder. No lo hicimos muy bien en lo que quedaba pero no era su tipo de campo. Estar aquella semana entre los mejores nos indicó que íbamos por el buen camino. Mirando atrás, fue el inicio de todo esto”.
La única respuesta a este nuevo Henrik es el trabajo. Junto a Pete Cowen, que ha entrenado a jugadores como Louis Oosthuizen, Graeme McDowell o Lee Westwood, llegó a la conclusión de que debía usar más su driver, uno de los puntos fuertes de su bolsa. “Estaba viendo sus drives que llegaban a los 300 metros rectos como una flecha”, continuó su caddie. “Llegamos al hoyo 8 de Akron (donde se disputó el Bridgestone Invitational) y me dijo: ‘Siempre he pegado madera 3 aquí’. Yo me preguntaba por qué. No podía entenderlo y me contestó: ‘Vale. Vamos con el driver’. Ahora le pega genial. Estamos intentando dejar la bola en ciertos puntos, ya sea con la madera tres, la cuatro, el hierro tres o el driver. Él pega lo que necesita para llegar ahí”.
Estaba preparado mentalmente y el talento le ha llevado en volandas hasta los éxitos, pero el que probablemente sea el mejor jugador del mundo de la actualidad todavía no tiene un grande. Sus mejores resultados han llegado este año, pero en el 2008, también en el Open y el PGA, firmó un tercer y un cuarto puestos respectivamente. No es ajeno a esa presión, por lo que el siguiente peldaño de su carrera está muy claro: “Es muy difícil ganar uno”, declaró Henrik. “Solo hay cuatro y juegas contra los mejores del mundo. Se trata de trabajar duro y aprovechar una oportunidad. He sacado muchas conclusiones positivas este verano, pero todavía siento que puedo dar un paso más en mi juego. He demostrado esta semana (Dubai) que puedo responder a las expectativas. Se trata de concentrarte en lo importante. Espero mucho de mí mismo, por lo que me encantaría ganar uno o dos”.
Sería el primer sueco que lo consigue. El golf profesional, mientras tanto, sigue cambiando de rey. En el principio de siglo fue Tiger, sucedido por el joven Rory y, ahora, un jugador que parecía perdido en un lugar oscuro y solitario surge para dominar el deporte más imprevisible. Los grandes, sin embargo, esperan poner a prueba su mandato.
Leer el artículo completo.18 de Noviembre de 2013
Solo dos jugadores menores de 25 años han conseguido más de una victoria en el PGA Tour. Hasta el sábadao pasado, solo Rory McIlroy atesoraba tal logro, pero tras su contundente triunfo por cuatro golpes de diferencia en el OHL Classic at Mayakoba, Harris English se consolida como otro de los jóvenes con mayor proyección en el PGA Tour.
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