25 de Noviembre de 2013
A mediados de julio de 2009, varias de las mejores jugadoras del LPGA Tour escribieron una carta a su junta directiva pidiendo la dimisión de Carolyn Bivens, por entonces su directora ejecutiva. Llevaba unos cuatro años en el cargo y tenía otros dos más en su contrato, pero la situación, al menos para las profesionales, se estaba tornando insostenible. Varios de los campeonatos más importantes de ese año no se celebrarían la próxima temporada en parte, según varias jugadoras, a que Bivens pidió más dinero a los patrocinadores cuando la crisis económica entraba en Estados Unidos. Aquella carta fue calificada como “una sentencia de muerte”. El día 13 de ese mismo mes, Carolyn presentó su dimisión.
Leer el artículo completo.25 de Noviembre de 2013
Tres jugadoras no acostumbradas a liderar un torneo partían en cabeza en la última jornada del CME Group Titleholders. Eran Natalie Gulbis, Pornanong Phatlum y Gerina Piller, que tras tres brillantes tarjetas en el Tiburon Golf Club habían relegado en la tabla a jugadoras como Sandra Gal y Cristie Kerr, hundidas una vez llegado el fin de semana. En general, el torneo se había basado en esta sucesión de nombres; una vez llegaban a la primera plaza se veían incapaces de responder a las expectativas, como si se hubieran subido en un ascensor sin paradas. Los últimos 18 hoyos no fueron una excepción.
Leer el artículo completo.24 de Noviembre de 2013
En sus primeros nueve hoyos de la tercera jornada del CME Group Titleholders, Azahara Muñoz no firmó un solo birdie. Su único bogey del día, en el hoyo 2, la situaba con un parcial de más uno y con la posibilidad de abandonar la lucha por la victoria en el Tiburon Golf Club, un recorrido apto para los aciertos pero complicado repentinamente después de que el viento hiciera acto de presencia. Azahara tenía sus opciones pendiendo de un hilo y reaccionó a la situación como a comienzos de 2012, cuando desplegó el mejor golf de su carrera. Entre el 10 y el 17, la malagueña se sacó cuatro birdies de la manga.
Leer el artículo completo.23 de Noviembre de 2013
Había dicho en la primera jornada que, para ella, no tenía sentido llegar a este torneo y no salir a por todas. Es la última prueba del calendario del LPGA Tour y Sandra Gal no se está jugando la tarjeta, el torneo a la Jugadora del Año ni la entrada al equipo europeo de la Solheim, por lo que ayer firmó seis birdies en sus primeras seis pruebas del día. Llegaron en forma de declaración sellada: “Ya es hora de volver a ganar”, parecía decir. El viento se levantó en la segunda jornada y complicó sobremanera las condiciones del Tiburon Golf Club, pero la alemana se mantuvo firme, navegando directa hacia un domingo que recordar.
Leer el artículo completo.22 de Noviembre de 2013
A veces solo hace falta mantener una idea a lo largo de 18 hoyos para desarrollar un gran golf. Puede ser una sensación en el swing, un recuerdo o, como le ha sucedido a Sandra Gal en la primera jornada del CME Group Titleholders, la certeza de que la temporada está llegando a su fin, y que más le valía dejarse de miramientos. “Pensé que este torneo era algo diferente al resto, por lo que quise ser muy agresiva y salir a por todas porque lo único que quieres hacer aquí es ganar”, declaró. “Cualquier otra posición no importa demasiado”. En sus seis primeros hoyos invocó una tormenta en el Tiburón Golf Club, que llegó en forma de seis birdies consecutivos. Adiós a las dudas. No había nada que perder.
Leer el artículo completo.21 de Noviembre de 2013
Se terminaron los ensayos. Lydia Ko, jugadora del LPGA Tour con plenos derechos, debuta esta semana como profesional en el CME Group Titleholders, último torneo de la temporada del circuito americano y el mayor dotado económicamente (700.000 dólares para la ganadora). Hasta ahora, han sido dos victorias para la neozelandesa en América (Canadian Women’s Open de 2012 y 2013) y otra en su país natal (New Zealand Women’s Open 2013) como amateur, alejada de la presión que significa ganarse la vida con su swing y expuesta a solo ciertas pruebas del calendario; nunca más de dos seguidas. La niña que un día quiso acudir a la Universidad de Stanford, con dieciséis primaveras, sale sola al escenario para interpretar la misma melodía que maravilló al mundo.
Leer el artículo completo.