Mientras se disputaba la jornada definitiva del DP World Tour Championship, torneo que cierra la temporada 2012, la plana mayor del European Tour encabezada por George O’Grady ha aprovechado para presentar una temporada 2013 que sigue alejándose poco a poco de su base europea y que introduce leves retoques para ofrecer más opciones a los jugadores más modestos.
En lo que respecta al panorama nacional hay pocas novedades. Se confirma que el único torneo con hueco reservado en el calendario es el Reale Seguros Open de España que se adelanta tres semanas para colocarse justo después del Masters de Augusta, del 18 al 21 de abril, una fecha complicada a priori. Habrá que ver cómo responden los mejores jugadores españoles a la convocatoria de la RFEG. Hay un par de semanas sin asignar en abril y mayo que podrían dar cabida al Open de Andalucía, pero por las declaraciones de esta semana de Miguel Ángel Jiménez cabe suponer que la situación es más que delicada.
Otro retoque importante es la reducción de tarjetas aseguradas al final de 2013, medida introducida para favorecer la rotación de jugadores de cara a 2014 y ofrecer más opciones a los jugadores procedentes del Challenge Tour y la escuela de clasificación. Hasta este año conservaban su tarjeta los 115 primeros de la Race to Dubai excluyendo a los miembros afiliados (este año se han colado cuatro: Laird, Daly, Liang y Meesawat, y de ahí que haya entrado el 119º clasificado en la orden de mérito), mientras que a partir de 2013 conservarán la tarjeta los 110 primeros incluyendo a estos miembros afiliados. De todos modos, la diáspora de los mejores jugadores europeos y el “efecto llamada” del PGA Tour seguramente abra alguna puerta más a los jugadores que en 2013 accedan al European Tour a través del Challenge o de la escuela, golfistas que se encuentran en una posición muy delicada y con tarjetas de poco valor (como bien explicaba Enrique Soto hace escasas fechas en un acertado artículo).
Otra de las novedades es el refuerzo de la fase final de la Race to Dubai con la inclusión de “The Final Series”, tres torneos (el BMW Masters, el HSBC Champions y el Turkish Open) que sirven de antesala para el DP World Tour Championship y que cuentan con una dotación de premios espectacular. Además, para favorecer la participación de los primeros espadas el European Tour ha introducido un bono del 20% a los puntos de la Race to Dubai para los jugadores que participen en las tres pruebas.
Y a falta de Ryder tenemos el Seve Trophy en la semana posterior al Alfred Dunhill Links Championship, estrenando su condición de prueba valedera para cumplir el requisito mínimo de torneos en el European Tour (igual que la Ryder Cup o la Presidents Cup).
En términos generales, los 45 torneos asegurados (y los tres probables) conforman un calendario sólido, pero como bien explica Matt Cooper en su blog Curious About Golf la reducción de torneos jugados en el continente europeo es notable. Hace cinco años se disputaron 31 torneos en Europa, mientras que el año pasado fueron 21 los que se jugaron en el Viejo Continente y para el año que viene aparecen solo 19 (y tres pendientes de confirmación).
Como es lógico, el European Tour tiene que acudir dondequiera que estén los patrocinadores y de ahí que haya reforzado sus vínculos con Sudáfrica, Oriente Próximo y el sudeste asiático, futuros baluartes del golf mundial. La situación económica en Europa dista de ser halagüeña y la fuga de talento en 2013 hacia el del PGA Tour ha obligado a George O’Grady y compañía a buscar alternativas, aunque eso suponga hacer que los jugadores europeos se harten de acumular puntos en sus tarjetas de fidelización de las líneas aéreas.
Está por ver si esta expansión beneficia al “común de los mortales” del European Tour o favorece únicamente a los ya favorecidos. Hasta 2014 no veremos si la medida introducida para favorecer el acceso a torneos de la “tropa” es acertada o si hay que emprender alguna otra reforma más radical.
Deja un comentario