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Zona Pro

Los cien protagonistas del Masters: el Augusta National (I)

Alfonso Martínez | 06 de abril de 2011

Logo MastersCuando a las 13:45 h de la tarde del jueves el inglés Ross Fisher y los estadounidenses Jonathan Byrd y Sean O’Hair inauguren la septuagésimo quinta edición del The Masters Tournament, la vigesimoquinta desde la última victoria del Oso Dorado en 1986, noventa y tres golfistas profesionales y seis amateurs tratarán de recoger el testigo de Phil Mickelson como ganador de uno de los pocos torneos del mundo donde el campo se convierte en el principal protagonista durante las cuatro jornadas de competición.

Decimos uno de los pocos, porque siendo generosos podríamos incluir bajo este calificativo a un Old Course de St. Andrews integrado en la rotación del The Open Championship, y, salvando las distancias, al Club de Golf de Valderrama, auténtico quebradero de cabeza de dieciséis finales del Circuito Europeo durante los años del Volvo Masters y que ahora ha vuelto a demostrar su fiereza en el calendario continental de la mano del Andalucía Masters.

En estos tres casos no son necesarias endiabladas preparaciones al estilo del The US Open Championship para conseguir unos resultados ganadores que apenas rocen el par del campo, si bien en el caso del Old Course de St. Andrews esta circunstancia depende, y muy especialmente, de la existencia de un viento que no revele las defensas del recorrido.

Porque a la hora de abordar el Augusta National lo primero que hay que tener en cuenta es la especial disposición de unos greenes de Bentgrass grandes y ondulados, capaces de rodar a una velocidad de entre trece y quince pies en el stimpmeter, y cuya difícil lectura es la clave para entender el diseño del resto del campo.

Partiendo de un nivel de exigencia que obliga al exhaustivo conocimiento del Augusta National a la hora de jugar los distintos golpes que componen la vuelta del jugador profesional más avezado, se comprende que el recorrido se muestre prácticamente desnudo de búnkeres, apenas cuarenta y cuatro, eso sí, bien situados en los lugares de aterrizaje desde el tee de salida y en las zonas de entrada a los greenes, a lo que sin duda contribuya la amenazadora presencia de unos obstáculos de agua que comprometen hasta seis hoyos (2, 11, 12, 13, 15, 16).

En el corazón del Amen Corner, el hoyo 12

En el corazón del Amen Corner, el hoyo 12

Tradicionalmente, las calles del Augusta National se han entregado a un sinuoso trazado escoltado por frondosos árboles que han penalizado amargamente las escapadas más desafortunadas, sobre todo en los últimos años cuando se ha apostado por el estrechamiento de las mismas y por acentuar su perfil más arbolado.

Todo este entramado obedece a un estilo de construcción donde el diseño no iba irremediablemente ligado a la excavación y al movimiento de tierras. Se primaba la original orografía del terreno donde asentaba el futuro recorrido, y eran sus singulares características las que se aprovechaban a la hora de establecer los límites y las defensas del mismo.

De hecho, la única nota discordante con la filosofía de Bobby Jones es la polémica decisión que los rectores del Augusta National tomaron en 1999, la instauración de un rough de Perennial Ryegrass (eufemísticamente denominado “segundo corte”) de treinta centímetros que más que endurecer el tiro a green desde fuera de la calle lo que hacía era reducir la posibilidad de que el fallo terminara a los pies de un árbol.

Por último, si por algo es reconocido mundialmente este parkland de 6.807 metros, par 72, es por el tramo comprendido entre los hoyos 11 y 13, el Amen Corner, término acuñado por el periodista de la revista Sports Illustrated Herbert Warren Wind en 1958, para referirse a la porción del campo donde se producían los golpes más espectaculares del The Masters Tournament, a imagen y semejanza del Hot Corner del beisbol o el Coffin Corner del fútbol americano.

En concreto, el Amen Corner está formado por el green del hoyo 11 (el segundo golpe de este par 4 de 462 metros), el hoyo 12 (un par de 142 metros) y el golpe de salida del hoyo 13, un par 5 de 466 metros.

Más información sobre el hoyo a hoyo en este enlace a la web del The Masters Tournament, y si queréis abundar en la historia del campo aquí tenéis tres magníficos artículos que hemos publicado al respecto: Historia del Augusta National, Lo que queda de Mackenzie y Augusta National: la conjunción perfecta entre botánica y golf.

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