The Master by Decathlon

Historia del Augusta National

José Ramón Rodríguez | 07 de abril de 2010

El 27 de septiembre de 1930, Bobby Jones ganaba el US Amateur por quinta vez, tras derrotar a Eugene Homans por 8 y 7 en Merion. Esa victoria lo llevaba a lo más alto de su carrera puesto que significaba haber ganado los campeonatos Open y Amateur británicos y estadounidenses en un mismo año. Poco después, acabada la temporada, Jones se retiraba del golf de competición para dedicarse a sus estudios y, sobre todo, a construir su campo de golf ideal, donde pudiera jugar con sus amigos alejado de la habitual vorágine que le acompañaba. Era un proyecto que Jones llevaba largo tiempo considerando, pero que no empezó a tomar forma hasta un año antes, como consecuencia de una serie de afortunadas casualidades.

El encuentro

En el otoño de 1929, Bobby Jones se encontraba en la costa oeste para disputar el US Amateur en Pebble Beach. La semana del torneo tuvo la ocasión de jugar en Cypress Point, uno de los diseños californianos de Alister Mackenzie, que lo dejó impresionado. Jones conocía los planteamientos de Mackenzie desde 1927, cuando leyó su libro “Golf Architecture”, en el que Mackenzie compilaba sus ideas condensadas en sus conocidas trece reglas del diseño. Esos postulados se ajustaban exactamente a lo que Jones buscaba. Todo eso que había leído lo tuvo en frente al jugar Cypress Point.

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Bobby Jones, padre intelectual del Augusta National

Aunque ya había dejado muestras de su maestría diseñando campos de golf, Alister Mackenzie no alcanzó la fama mundial hasta que inició el diseño y construcción de Royal Melbourne West. Se dio la circunstancia de que Mackenzie se encontraba también en California en el otoño de 1929, a donde había acudido con la que sería su segunda esposa, después de divorciarse ese mismo año de Edith Wedderburn.

Boby Jones acabó la fase stroke-play del US Amateur en primer lugar, pero en la primera ronda de la fase match-play perdió 1 abajo con Johnny Goodman. Esa derrota resultó crucial en la historia de Augusta National, porque le dio la oportunidad de atender una invitación de Marion Hollins, ganadora del US Women Amateur en 1921, consejera de Mackenzie en el diseño de Cypress Point y promotora de Pasatiempo Golf Club, también diseñado por Mackenzie, de jugar en este último.

El recorrido de Jones despertó gran expectación, como solía ser habitual, pero el público desconocía que en ese recorrido Mackenzie estaba acompañando a Jones, tomando notas de su forma de jugar y de enfrentarse a su campo. A pesar de la diferencia de edad (Jones tenía 27 años y Mackenzie 59) la sintonía entre ambos fue perfecta. Durante todo el recorrido fueron intercambiando ideas, coincidieron en su gusto por los campos abiertos, con pocos bunkers, ondulado y que pudiera ser disfrutado por todos. Ambos mostraron su admiración por The Old Course y sus excepcionales condiciones estratégicas. Después de aquel día, Jones volvió a Georgia convencido de haber encontrado al hombre perfecto para diseñar el campo de sus sueños.

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Cypress Point, uno de los diseños más célebres de Alister Mackenzie

El lugar

La primera referencia histórica del lugar donde después se construiría Augusta National es española. El explorador extremeño Hernando de Soto atravesó esos terrenos durante su segunda expedición por tierras americanas en 1539, en busca de oro (que se descubrió tiempo después). Poco más se sabe de esa parcela hasta mitad del XIX, salvo que durante la Guerra Civil americana hubo allí una taberna. A mitad del XIX, Dennis Redmond convirtió esa parcela en una plantación de añiles en la que además construyó el primer edificio del sur hecho completamente de hormigón. En 1857 la propiedad fue adquirida por el barón Louis Mathieu Berckmans, un belga que abre un vivero y remodela el edificio de Redmond para convertirlo en su mansión. Para adornar el acceso a su mansión hace plantar 61 magnolios flaqueando el camino de entrada. Berckmans fallece a finales del siglo XIX y su heredero en 1910. A partir de ahí la propiedad queda en el olvido hasta 1925 en que se planea construir un lujoso hotel de 15 plantas para explotar el floreciente turismo invernal en Georgia. El promotor del proyecto era el comodoro Stolz, pero no puede llegar a realizarse porque el comodoro se arruina como consecuencia del Gran Huracán que asoló Miami en 1926. La propiedad de 148 hectáreas quedaba en el olvido de nuevo.

A pesar de haber nacido en Atlanta, Jones decide buscar el lugar para su campo en Augusta porque Atlanta ya contaba con dos campos de primer nivel, una decisión que no gustó nada entre las altas esferas de la sociedad de dicha urbe. En la primavera de 1931, Jones le consulta a Thomas Barret, vicepresidente del Hotel Bon Air Vanderbilt y miembro de la cámara de comercio de Atlanta, si conoce algún lugar para ubicar su campo. El viejo vivero de los Berckmans le viene a la cabeza y se lo comenta a Jones, que decide ir a visitarlo. Al verlo, Jones exclama: “¡Perfecto! Parece que este terreno ha estado esperando todo este tiempo a que alguien viniera a poner un campo de golf”.

La empresa

A continuación Jones funda la Fruitlands Manor Corporation, una inmobiliaria formada por el propio Jones, su padre, Clifford Roberts, Thomas Barret, el magnate hotelero Walton Marshall y Fielding Wallace, presidente del Augusta Country Club, que adquiere el terreno por 70000$ y lo cede en usufructo al recién fundado Augusta National Golf Club. Cinco miembros del nuevo club de golf formaron una comisión encargada de buscar la financiación para construir el campo. Buena parte de ella la aportaron los propios miembros de la comisión, y entre todos ellos Alfred S. Borne, presidente de Singer (fabricantes de máquinas de coser), que a pesar de todo se disculpó por no poder financiar todo el proyecto, dado que la Gran Depresión había dejado sus cuentas maltrechas. El resto se pretendía conseguir mediante la captación de socios usando a Jones y Mackenzie como principales valores del nuevo campo.

El 14 de julio de 1931, Bobby Jones y Alister Mackenzie recorrieron juntos, a un paso frenético y bajo un tremendo calor, por primera vez el vivero de los Berckmans, acompañados de el padre de Jones, de Louis y Prosper Berckmans (nietos del fundador del vivero) y de Tony Sheehan un fotógrafo que tomó las primeras imágenes de los que después sería Augusta National. Iban equipados de mapas topográficos, cianotipos y fotos aéreas sobre las que apuntaban las ideas que surgían conforme paseaban. Ambos tenían en la cabeza The Old Course de St Andrews como modelo y buscaban crear un campo con ese espíritu. Tanto Jones como Mackenzie querían un campo amplio, de aspecto natural, sin rough, con calles onduladas, que se pudiera jugar por abajo… En palabras de Jones querían “hacer el bogey fácil si se busca de verdad, el par fácilmente conseguible por el buen jugador y los birdies complicados, salvo en los pares 5”. Era la primera vez que se planteaba hacer un campo que pudiera significar un reto tanto para el jugador novel como para el scratch.

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Plano del Augusta National en 1934 (gracias por la imagen a Neil Crafter, de Golf Club Atlas)

Tres días de trabajo dieron como resultado un plano a escala 200:1 con el trazado que conocemos actualmente. De ese plano inicial cambiaron muy pocas cosas durante la construcción, entre ellas se disminuyó el número de bunkers de 36 a 22 y se invirtió el routing inicial, es decir, los primeros nueve hoyos pasaron a ser los segundos, y así se mantuvo hasta celebrado el primer Masters, en que se volvió a la idea original que es como lo conocemos hoy.

El 30 de octubre de 1931 se iniciaba la construcción del campo, dirigida por el ingeniero Wendell Miller y llevada a cabo por la empresa Olmstead Brothers Landscaping, que ya habían trabajado con Mackenzie en Pasatiempo. Además los Berckmans también intervinieron en la construcción: Prosper supervisó el trasplante de más de 400 árboles y plantas al nuevo campo (muchas de las cuales provenían del antiguo vivero) y Louis formó parte del comité de embellecimiento del club. Los planteamientos de diseño de Mackenzie, conocidos como “menos es más” y que se basaban en sacar lo máximo del terreno aprovechando sus características para diseñar los hoyos, hicieron posible que en no más de 7 meses pudiera estar el campo listo para plantar la hierba. Además, en plena depresión, la forma de trabajo de Mackenzie permitió completar con 115000 dólares, tan solo 15000 más de lo inicialmente presupuestado, un campo cuya superficie era el doble que cualquier otro campo y que era uno de los pocos contaba con un sistema de riego por aspersión. El propio Mackenzie recortó sus honorarios habituales a la mitad para ayudar a que se completara el proyecto, unos honorarios que jamás recibió. Durante la construcción, Mackenzie solo visitó el proyecto en tres ocasiones, la última de las cuales fue en la primavera de 1932, justo antes del sembrado del campo, para supervisar personalmente la construcción y el moldeo de los greenes. La vieja mansión Berckmans, que a su vez era el edificio erigido en hormigón por Redmond, se reformó para acoger la casa club, manteniendo la alameda de magnolios que el Barón Berckmans había creado.

El campo se inauguró oficialmente el 13 de enero de 1933 con un torneo al que se invitaron a personalidades de todo el país, que pagaron 100$ por el viaje, tres días de alojamiento en el Bon Air Vanderbilt y un fourball en el nuevo campo. Alister Mackenzie falleció el día de Reyes de 1934 sin haber visto completamente terminado y en funcionamiento Augusta National.

13 comentarios a “Historia del Augusta National”

  1. El 7 de abril de 2010 alfonso_prostars ha dicho:

    Enhorabuena por este magnífico artículo!

  2. El 7 de abril de 2010 Locar ha dicho:

    Que escándalo de artículo… buenísimo. Como me odio por no tener golf+… el Masters me haría perdonar incluso a Fontecilla…

  3. El 7 de abril de 2010 nick fardo ha dicho:

    Gran artículo, genial, felicidades

  4. El 8 de abril de 2010 ayora2 ha dicho:

    Espectacular.

    Enhorabuena y gracias.

  5. El 8 de abril de 2010 makaka ha dicho:

    genial!!

  6. El 8 de abril de 2010 roquet ha dicho:

    Muy buena recopilacion de datos que hacen un muy buen articulo.

    Gracias por compartir esta información.

  7. El 8 de abril de 2010 Blaster60 ha dicho:

    Gran artículo. Muy instructivo. Muchas gracias y enhorabuena!

  8. El 8 de abril de 2010 antonio ha dicho:

    Me sumo a las felictaciones

  9. El 8 de abril de 2010 Pumuki ha dicho:

    Gracias por el artículo, espectacular.

  10. El 8 de abril de 2010 Pizo ha dicho:

    Muuuy interesante. Gracias

  11. El 8 de abril de 2010 albertobs ha dicho:

    Gran artículo!

  12. El 11 de mayo de 2010 miguelgm ha dicho:

    Ya que el primer Master se celebró en 1934, el plano que mostráis aquí tiene, efectivamente, el routing cambiado. Me chocó a simple vista el conocidísimo dog-leg a derechas que tiene el hoyo 18 actual y que en el plano, al corresponderse al presente 9, es a izquierdas. Curioso el cambio…
    Muy bueno el artículo, ¡enhorabuena!

  13. El 6 de abril de 2011 Me descubro ante tan buena lectura | Valgolf ha dicho:

    […] al llegar a casa y repasar el correo, me he encontrado con el siguiente artículo de Crónicas Golf, ante el cual me descubro y os lo reproduzco para que podais tanto leerlo como […]

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