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The Barclays 2011 (PGA Tour)

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Alfonso Martínez | 25 de agosto de 2011

Crónicas diarias

Primera jornada
Sergio García, firme en la primera vuelta del Barclays

Segunda jornada
Sergio García aguanta el tirón en el Barclays

Jornada final
Johnson gana sin darse importancia…

Concluida la fase regular tras la victoria de Webb Simpson en el Wyndham Championship de Carolina del Norte, el PGA Tour inicia la recta final de la quinta edición de la FedEx Cup con la disputa del primero de los cuatro torneos de playoff que dirimirán la identidad del sucesor de Jim Furyk como nuevo número uno de la temporada estadounidense.

Durante las próximas cinco semanas, Sergio García volverá a concentrar nuestro deseo de ver a un golfista español coronar el revisado formato de elección del ganador del año en el PGA Tour (¿alguien se acuerda ya de la lista de ganancias?), y para ello será importante comprobar su actuación en la primera piedra de toque, un The Barclays con gratísimo recuerdo para el jugador borriolense, antiguo ganador del torneo en su etapa de Buick Classic en 2001 y 2004, sin olvidarnos del desempate perdido ante el fidjiano Vijay Singh en 2008, el año en el que concluiría en la tercera posición de la FedEx Cup, su mejor resultado hasta la fecha en una clasificación general del circuito estadounidense.

Antes de que nos adentremos en los vericuetos de un campeonato que, en paralelo a la lucha por alcanzar los distintos objetivos que garanticen la presencia en el Deutsche Bank Championship de la próxima semana, reparte ocho millones de dólares en premios, con 1.350.000 $ y una cifra cercana a los 70 puntos del OWGR al vencedor, conviene detenerse en el funcionamiento de la propia competición.

1. A lo largo de toda la temporada regular, los torneos del PGA Tour han repartido una serie de puntos de la FedEx Cup que se han movido entre los 500 (“regular events” como el Northern Trust Open de Los Ángeles o el The Memorial Tournament de Ohio), 550 (campeonatos de las series mundiales de golf) y los 600 puntos (majors y The Players Championship) al ganador, además de la reducida cifra de 250 puntos que otorgaban los “alternate events” (como el Mayakoba Golf Classic de la Riviera Maya).

Para no perdernos en las distintas revisiones que este sistema de puntuación ha sufrido desde su instauración en el año 2007, por tercer año consecutivo se mantiene la política de arrastrar los puntos conseguidos en la fase regular a los tres primeros playoffs de la FedEx Cup, siendo tras el BMW Championship de Illinois cuando se proceda al tan controvertido reseteo que estandarice la distancia entre los treinta afortunados candidatos a la gloria final del The Tour Championship by Coca Cola del East Lake Golf Club de Atlanta, y se evite así el “visto y no visto” de Vijay Singh en 2008, quien prácticamente dejó ventilada la competición tras adjudicarse los dos primeros torneos de playoff.

Como cabía esperar, para hacer valer el mayor peso de los cuatro torneos de playoff, éstos adjudicarán una cifra cinco veces superior a la de una parada regular, 2.500 puntos de la FedEx Cup, lo que sin duda volverá a abrir el abanico de aspirantes a “outsiders” como Heath Slocum en 2009, secundario golfista estadounidense que gracias a su victoria en el The Barclays pudo saltar de la centésimo vigesimocuarta posición a la octava final.

Huelga decir que, a medida que progrese esta fase de playoffs, irá disminuyendo el plantel de jugadores, reduciéndose de los 125 (*) actuales a los 100 primeros de la FedEx Cup tras la disputa del The Barclays, a los 70 tras el Deustche Bank Championship (éstos dos son los únicos torneos que funcionan con corte tras las dos primeras jornadas, establecido en los setenta mejores y empatados) y a 30 tras el BMW Championship.

Dejando a un lado lo justo o lo injusto de una medida que para garantizar hasta la última gota de espectáculo sacrifica la regularidad de ocho meses por la suficiencia de cuatro semanas (hay una de descanso entre el Deutsche Bank Championship y el BMW Championship) y el arreón final de la quinta, lo cierto es que en la práctica las opciones de victoria global tras el reseteo quedarán blindadas a los ocupantes del top ten previo a la disputa del torneo de Atlanta.

Más información en estos gráficos de la web del PGA Tour sobre la puntuación durante la temporada regular, la fase de playoffs y el reseteo anterior al The Tour Championship.

2. Sergio García afronta esta semana su cuarta participación en la recta final de la FedEx Cup. Clasificado actualmente en la quincuagésimo novena posición, el golfista castellonense acumula doce cortes superados en trece torneos, con tres top ten (séptimo en el The US Open Championship, octavo en el Arnold Palmer Invitational y noveno en el The Open Championship) y dos duodécimos puestos en el The Players Championship y el PGA Championship… o lo que es lo mismo, una inusitada predilección por cuajar buenas actuaciones en los momentos cumbre de la temporada, lo que le ha permitido volver al top 50 de la clasificación mundial y evitar la repesca del Wyndham Championship a la que se vio invitado en 2009.

Emparejado durante las dos primeras jornadas con Jim Furyk y Harrison Frazar, Sergio García afrontará el The Barclays sabiendo que tiene totalmente asegurada su presencia en la siguiente etapa de esta carrera de fondo con final al sprint que es la FedEx Cup, y que si tomamos como referencia los resultados del año pasado tan solo necesitaría de un cuadragésimo cuarto lugar para sellar su billete para el BMW Championship, e incluso tendría al alcance de un tercer puesto el The Tour Championship.

Objetivos accesibles, al menos el primero de ellos, si analizamos los registros cosechados en anteriores ediciones: T31º (2009), T2º (2008), T25º (2007), T22º (2005), 1º (2004), T4º (2003), T12º (2002), 1º (2001), aunque el torneo cambia en esta ocasión de sede y gran parte de los éxitos del castellonense se produjeron en el Wetchester Country Club.

3. La lucha por meterse en el Deutsche Bank Championship (TPC Boston, Massachusetts, del 2 al 5 de septiembre de 2011) afecta a todos aquellos golfistas clasificados entre el puesto octogésimo octavo y el centésimo vigesimoquinto de la FedEx Cup. Con el objetivo del top 100 en el horizonte, jugadores provisionalmente clasificados como Anthony Kim (92º), Graeme McDowell (93º) o Trevor Immelman (95º) tan solo precisarían de superar el corte para evitar la incertidumbre a la que sí estarán abocados los asaltantes Retief Goosen (101º, necesita de un top 57), Camilo Villegas (109º, top 49), Stuart Appleby (113º, top 47), Ian Poulter (114º, top 47), Ernie Els (118º, top 41) y Pádraig Harrington (124º, top 37).

4. Al otro lado de la balanza, nos encontraríamos con un ramillete de superclases que, al igual que Sergio García, tienen en esta parada la oportunidad de finiquitar por la vía rápida el acceso al BMW Championship (top 70), como Robert Karlsson (45º, top 69), Sean O’Hair (51º, top 56), Robert Allenby (58º, top 47), Jim Furyk (60º, top 44), Andrés Romero (62º, top 42), Scott Verplank (75º, top 29), Geoff Ogilvy (79º, top 26), Davis Love III (81º, top 23), Stewart Cink (82º, top 23) o Ben Crane (86º, top 17).

Si elevamos el listón hasta el The Tour Championship (top 30), serían David Toms (9º, top 64), Matt Kuchar (12º, top 38), Adam Scott (13º, top 23), Jason Day (14º, top 18), Martin Laird (17º, top 11) o Brandt Snedeker (18º, top 11) los que objetivamente tendrían más opciones de unirse a los ya blindados Nick Watney (WGC Cadillac Championship), Steve Stricker, Webb Simpson, Luke Donald, Keegan Bradley (PGA Championship de 2011), Phil Mickelson, K. J. Choi (The Players Championship de 2011) y Bubba Watson, si bien un top ten consolidaría la candidatura al botín final de los diez millones de dólares a cualquiera de los ciento veintitrés golfistas presentes en el Plainfield Country Club.

5. En el capítulo de las ausencias, citar desde los “suspendidos” Justin Leonard (126º), Tiger Woods (132º), Tim Clark (137º), Paul Casey (144º, Volvo Golf Champions de 2011), Louis Oosthuizen (148º, The Open Championship de 2010) y Ángel Cabrera (154º, The Masters Tournament de 2009), hasta el retirado J. B. Holmes, que en las próximas fechas será sometido a una intervención quirúrgica para tratar de corregir una malformación cerebelosa descrita como el síndrome de Arnold-Chiari, o el renuente Charl Schwartzel, todo un campeón del The Masters Tournament esta temporada que ha optado por tomarse esta semana de descanso y retomar su asalto al trono del PGA Tour en el Deutsche Bank Championship.

6. Una vez explicada la actualidad numérica del The Barclays, pasaremos a centrarnos en la historia de un torneo con una trayectoria muy anterior al establecimiento de la FedEx Cup en 2007, y que es consecuencia directa de la celebración de un primitivo Pro-Am a beneficio de la United Hospital Medical Center entre 1954 y 1962 en varios recorridos neoyorkinos.

Entre 1963 y 1965, ya estuvo integrado como torneo profesional del circuito (The Thunderbird Tournament), y tras un lapso de dos años en los que el patrocinador Ford optó por llevarse el campeonato a New Jersey, no sería hasta 1967 cuando el Westchester Country Club (Rye, New York) volvería por la puerta grande a un PGA Tour del cual se establecería como parada anual durante cuarenta años, hasta 2007, en sus distintas nomenclaturas: The Westchester Classic (1967 – 1989), Buick Clasic (1990 – 2004) y The Barclays (2005 -).

Todos los años, el clásico de Westchester reunía en la semana anterior o posterior al The US Open Championship a muchos de los mejores jugadores del panorama internacional, y en su palmarés sobresalían los nombres de Vijay Singh (1993, 1995, 2006), Pádraig Harrington (2005), Sergio García (2001, 2004), Ernie Els (1996, 1997), Severiano Ballesteros (1983, 1988), Jack Nicklaus (1967, 1972) o Arnold Palmer (1971), mientras que otros como Gary Player, Tiger Woods, Phil Mickelson o David Duval fracasaban en su intento.

7. En 2007, el The Barclays se integró en la estructura de playoffs de la FedEx Cup, y se dio paso a una nueva etapa donde se anunció que en los años siguientes abandonaría su sede por excelencia durante cuatro décadas para rotar por los principales clubes del área neoyorquina, aunque prometiendo volver para 2012.

Tras visitar el Ridgewood Country Club (Paramus) en 2008 y 2010, el Liberty National Golf Club (Jersey City) y debutar en esta ocasión en el Plainfield Country Club de Edison, todo parecía indicar que en 2012 el campeonato regresaría a su vetusto hogar de la localidad de Rye. Sin embargo, los excesivos costes demandados por el PGA Tour para la organización del primero de los playoffs de la FedEx Cup hicieron que los rectores del Westchester Country Club optaran por cumplir su contrato con el circuito estadounidense albergando la versión sénior del The Players Championship, y comunicándose, a bombo y platillo, que el Black Course de Bethpage State Park (Farmingdale, New York) sería la sede en 2012, y el Liberty National GC de nuevo en 2013.

8. Los orígenes del Plainfield Country Club se remontan a 1890, cuando se fundó lo que entonces se conocía como Hillside Tennis Club. En 1916, el arquitecto escocés Donald Ross (Riviera Country Club, Oakland Hills Country Club, Oak Hill Country Club, Pinehurst 1, 2 y 3) recibió el encargo de diseñar un recorrido que cumpliera con las necesidades de ocio de la elitista sociedad neoyorquina. Setenta años después, recibiría al primer gran torneo de su historia, el US Amateur Championship de 1978; en 1987, acogería el US Women’s Open Golf Championship ganado por la inglesa Laura Davies, y ahora en 2011 completa el círculo con su estreno en el PGA Tour.

Con la llegada del nuevo milenio, el Plainfield Country Club se ha enfrascado en distintas remodelaciones con el objetivo de ganar en longitud, endurecer los búnkeres y recuperar el espíritu original de las calles y de los greenes tras casi cien años de andadura. Así, en la actualidad se descubre como un parkland de 6.984 yardas, par 71, donde el manejo con el juego corto se antojará fundamental en un recorrido con hasta doce hoyos al alcance de los mejores pegadores del Circuito.

Afortunadamente para los organizadores del The Barclays, reacios a que el resultado ganador se mueva por debajo del doble dígito, los hoyos 7, 8, 13 y 14 sí revelarán el verdadero potencial de un campo con la amenazadora presencia de obstáculos de agua, lo que unido a unos greenes de poa annua y bentgrass ondulados y “lentos” bajo los estándares del PGA Tour (correrán a una velocidad de once pies en el stimpmeter), y una climatología no tan benévola al esperarse que el huracán Irene se deje sentir con tiempo lluvioso y rachas de viento superiores a los veinticinco kilómetros por hora en la jornada final del domingo, harán que no se espere mejorar el -12 que Matt Kuchar firmó en el Ridgewood Country Club en 2010.

9. Cabe destacar la preparación del hoyo 18, un par 4 de 370 yardas recortado a las 285 yardas. Defendido frontalmente por un lago, un green en alto se descubrirá accesible al eagle siempre y cuando se sorteen los distintos obstáculos de arena y las pronunciadas pendientes que terminan siendo tragadas por un denso rough.

10. Ya hemos indicado que el domingo 28 de agosto se notarán los efectos del huracán Irene. Sin embargo, lo que pocos esperaban es que durante la jornada de prácticas del martes por la tarde el subsuelo del Plainfield Country Club se viera sacudido durante quince segundos por un terremoto de 5,8 puntos en la escala de Richter, con el epicentro del mismo localizado a trescientas millas de la casa club.

¿Lo llegaron a percibir los aplicados golfistas que en ese momento se hallaban en el campo de prácticas? John Wood, caddie de Hunter Mahan, afirmaba al respecto que “no fue intenso, pero sí nos dimos cuenta”, mientras que Heath Slocum (The Barclays de 2009) lo vivió algo más al comentar que “notó como si fuera a desmayarse”. Ya en la esfera del ciberespacio. Justin Rose, Gary Woodland y Zach Johnson dejaron constancia de sus impresiones a través del Twitter, tal y como podéis leer en esta captura (inglés).