Rory McIlroy podría estar a punto de dar un nuevo giro a su carrera. Después de romper una larga relación con “Chubby” Chandler, su anterior agente, en noviembre de 2011, el norirlandés se unió a Horizon Sports Management, una compañía con sede en Dublín en la que ya se encontraba Graeme McDowell. Desde entonces ha firmado acuerdos multimillonarios con Nike, Omega y Bose, pero el número dos del mundo podría estar muy cerca de establecer su propia compañía de representación, como han hecho Tiger Woods, Adam Scott o Sergio García durante los últimos años.
La decisión podría hacerse pública en los próximos días, aunque, por ahora, Horizon Sports no ha confirmado ni desmentido nada. “No comentamos rumores ni especulaciones de la industria. Horizon Sports Management siempre ha dado y dará prioridad a la privacidad de sus clientes”, han hecho saber a través de un comunicado.
La decisión de McIlroy es cuanto menos sorprendente, sobre todo porque fuera de los campos parecía que las cosas le iban bastante bien. Es el tercer golfista mejor pagado del mundo según la lista que ha publicado Sports Illustrated hace poco, solo por detrás de Tiger Woods y Phil Mickelson, y parecía que el equipo que trabajaba a su alrededor le estaba dando buenos resultados.
Según informa el diario irlandés The Independent, sería su padre, Gerry, quien tomara un papel fundamental en esta nueva compañía y descarta la opción de que comparta los servicios de Mark Steinberg junto a Tiger Woods. Es posible que ocupar el número uno del mundo durante varios meses consecutivos ha hecho que McIlroy valore más la confianza y la cercanía que la cantidad de grandes contratos y patrocinios que pueda llegar a firmar.
Adam Scott fue el primero en la historia reciente del golf en seguir este tipo de modelo, con un pequeño grupo de personas trabajando alrededor suya. Al campeón del Masters no le ha ido nada mal desde entonces, y el control que ejerce sobre sus asuntos es total.
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