Cada ciertos años, un grupo de jugadores de un mismo país comienzan a destacar en los mejores torneos del mundo. No se trata de una ciencia exacta ni de un fenómeno predecible, pero en ocasiones sucede. El deporte español lo ha comprobado en disciplinas tan variadas como el fútbol, el baloncesto o el tenis, mientras que el sudafricano en una mucho más común al otro lado del ecuador: el golf. Desde que Gary Player ganara nueve majors y difundiera este deporte en su país, nuevos talentos han comenzado a copar las primeras posiciones a lo largo y ancho del globo. Es la herencia que dejó “The Black Knight”. Más que sus decenas de victorias, creó una de las canteras más potentes que existen en el golf en la actualidad.
Su legado se trasmitió a dos de los cinco jugadores que componían “The Big Five” (Ernie Els, Retief Goosen, Vijay Singh, Phil Mickelson y Tiger Woods), que pudieron ver a Player ingresar en el Hall de la Fama del Golf cuando solo contaban con cinco años de edad (1974). Se trataba de una evolución natural. Es más fácil seguir los pasos de un pionero que abrirse camino ante lo desconocido. Entre los tres acumulan un total de 15 majors pero, como sucedió anteriormente, su legado sigue creciendo. Louis Oosthuizen ganó el Open Championship en 2010 y Charl Schwartzel el Masters en 2011. No muy lejos de ellos y recién llegado al European Tour, un joven de 23 años soñaba con mantener la tarjeta en uno de los grandes circuitos. Ni siquiera él era capaz de imaginar lo que llegaría a vivir en 2012.
Clasificado a través de la Q-School, Branden Grace comenzó su andadura en Europa como muchos otros jóvenes que acababan de sacar la tarjeta. Hay que jugar muy bien durante las primeras pruebas del año para subir de categoría y optar a más torneos, de más prestigio y más euros con los que tener una oportunidad. Su 14ª posición en el African Open fue un buen augurio. La semana siguiente, su vida iba a cambiar para siempre. Grace finalizó primero en el Joburg Open tras firmar tres vueltas por debajo de los 70 golpes y necesitar solo el par del campo en la última para contener a sus rivales. Sus virtudes saltaban a la vista: un rendimiento con el driver espectacular, basado en una bola recta y baja, le daba una gran ventaja para crearse oportunidades de birdie. Si se encontraba a gusto en los greenes, Grace era un candidato al título. Clasificado para jugar la semana siguiente el Volvo Golf Champions, la historia volvió a repetirse. Grace llegó a un global de doce bajo par tras cuatro días de competición y se encontró en el playoff con dos caras conocidas: Ernie Els y Retief Goosen. Los que fueran sus ídolos hace bien poco ahora eran rivales, y más que dejarse llevar por la emoción Branden optó por seguir haciendo su trabajo durante las dos últimas semanas. Volvió a ganar con un birdie en el primer hoyo de desempate. Aquello pareció un relevo generacional y dejó abierta la puerta a un nuevo talento proveniente del sur de África.
Dos nuevas victorias, en el Volvo China Open (abril) y el Alfred Dunhill Links Championship (octubre), han hecho que Grace sea el segundo jugador del año con más triunfos. Ha pasado de tener que luchar por la tarjeta a jugar tres de los cuatro grandes de la temporada lo que, en términos de Ranking Mundial, se ha traducido en pasar del puesto 271º al 34º. Una facilidad para cerrar torneos extraordinaria y un juego largo impecable. Ya lo hemos visto otra veces. Goosen en el U.S. Open, Schwartzel en el Masters o Els y Oosthuizen en el Open Championship. Si Grace aspira a un grande en 2013, que a nadie le pille con la boca abierta.
Protagonistas del año: Bubba Watson
Protagonistas del año: Webb Simpson
Protagonistas del año: Ernie Els
Protagonistas del año: Ian Poulter
Protagonistas del año: Stacy Lewis
Deja un comentario