Lydia Ko comenzó su segunda vuelta en el Royal Canberra Golf Club de una forma muy similar a la que había finalizado la primera. Dueña y señora de los greenes, llevó a cabo una sucesión de pares y birdies que la situó en el tee del hoyo 8 con un parcial de menos cuatro. El récord del campo que estableciera el día anterior parecía correr un peligro inminente, pero por si ella o nosotros lo habíamos olvidado, el golf demostró que está lejos de considerarse un juego de niños. A pesar del talento desbordante de la neozelandesa, solo consiguió un birdie más en sus siguientes once hoyos.
Mientras la líder salía de una espiral de aciertos que le había llevado a acaparar toda la atención mediática del golf femenino, Mariajo Uribe apretaba el puño con fuerza a cada birdie que conseguía en Australia. La colombiana todavía no ha conseguido la victoria en un torneo del LPGA Tour, y celebra cada acierto sabedora de la importancia de las pequeñas metas, como superar el corte o terminar bajo par al final del día. Esta semana, sin embargo, puede encontrarse en una situación muy distinta porque su despliegue de buenos golpes le ha llevado a un global de menos quince en tan solo 36 hoyos (64 y 67 golpes). Sus aciertos se resumen mejor a base de números: ha fallado solo cuatro calles, siete greenes y no ha cometido un solo error en dos jornadas, es decir, ha jugador un golf impecable. Y por si Lydia Ko lo desconocía, esto es lo que hace falta para ganar hoy día ante las mejores del mundo. La primera clasificada simboliza el tesón y las horas de entrenamiento para tener una oportunidad, mientras que la segunda, una niña de quince años, encarna la facilidad que tiene el talento para abrirse paso ante las dificultades.
La igualdad es patente en Australia y empatada con Ko en segunda posición se encuentra la ganadora de dos Abiertos Británicos. Lo pudimos ver en Royal Liverpool hace unos meses. Cuando Jiyai Shin coge velocidad de crucero, comienza una sucesión de aciertos que suele desembocar en victorias aplastantes, y el Royal Canberra está pidiendo justo eso esta semana, birdies. La número ocho del mundo entregó una tarjeta con 67 impactos que sumados a los 65 de la primera jornada la sitúan con un total de menos catorce, a solo uno de Uribe. Son las tres jugadoras más en forma en estos primeros compases de la temporada en el LPGA Tour, siendo la siguiente clasificada la australiana Kristie Smith con menos diez.
En quinta posición, a seis golpes de la cabeza, se encuentra una Beatriz Recari que comenzó su cuidadoso engranaje la semana pasada en Nueva Zelanda. Tan solo es su segundo torneo dentro de un calendario espartano en el que, como demostró en 2012, la navarra se caracteriza por la regularidad. Podemos ver cómo prácticamente en cada prueba que disputa se acerca en algún momento a las diez primeras clasificadas, como intentando batir un récord de insistencia en conseguir su segunda victoria en el circuito. Sus 69 golpes la sitúan con un global de menos nueve.
Carlota Ciganda es decimoctava con menos cinco tras llegar a los 70 golpes en este segundo día de competición, mientras que Belén Mozo repitió los 71 del primero para situarse trigésimo cuarta con menos cuatro. Azahara Muñoz, Tania Elósegui y María Hernández se quedaron a dos golpes de pasar el corte, situado finalmente en menos uno.
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