Hasta ahora, en nuestra guía de regalos para los golfistas os hemos propuesto libros, medidores de distancia y bolsas de viaje. Se trata de artículos que valen para cualquier aficionado y que no dependen de tallas o preferencias personales, como los palos o bolas. En nuestra cuarta parte queríamos seguir con esta idea y os traemos un amplio catálogo de regalos con el que dejaréis encantado a cualquier golfista, ya que tarde o temprano le será muy útiles. Tienen el aliciente, además, de que acostumbran a ser baratos. No son imprescindibles para jugar, pero mejoran considerablemente la vida en el campo.
1. Fundas para las maderas. La mayoría de golfistas llevan la funda en su driver, madera o híbrido que venía con el palo, es decir, la que proporciona el fabricante y que se limita a poner el modelo en cuestión. Algunas no están nada mal, pero otras son, simplemente, feas. No conozco un solo jugador que no esté abierto a algo distinto y, sobre todo, personalizado. Las fundas de animales de Daphne son un claro ejemplo de buen trabajo. Basta con escoger una de su enorme catálogo e imaginar a qué animal se parece el afortunado al que va dirigido. Otra buena opción es Seamus Golf, que además de bonitas son de una calidad excelente.
2. Ropa de invierno. No todos tienen la suerte de jugar en invierno con buen clima, por lo que si queréis animar a otra persona a que coja los palos incluso con temperaturas muy bajas, regaladle unos guantes de golf. Son más grandes, no tienen separación para los dedos y, evidentemente, abrigan mucho más. Tampoco desechéis un buen gorro o una braga para el cuello. Los principales fabricantes de palos las venden y están preparadas para el golf.
3. Funda para la lluvia. Muy pocos jugadores tienen una funda de lluvia para su bolsa de palos. Además, viviendo en España, es muy probable que su bolsa no sea impermeable, por lo que tres hoyos bajo el agua pueden terminar en un desastre para sus palos. Se le escurrirán al pegar a la bola, mojarán el maletero del coche… En fin: una funda para la lluvia es un regalo barato y fácil de encontrar.
4. Toalla. Si alguna vez ha pasado por un campo y echado un vistazo a las bolsas de los jugadores se encontrará con que muy pocos llevan una toalla decente. La mayoría la han conseguido en un campeonato o les ha tocado en un sorteo, acostumbran a ser pequeñas y están llenas de barro. Las principales marcas cuentan con una gran variedad de toallas, por lo que si regala una grande a un golfista no se extrañe que se ponga muy contento.
5. Paraguas. Todos estamos muy bien en el campo hasta que se pone a llover y, como en España no suele suceder a menudo (lo siento por los del norte), no pensamos demasiado en que necesitamos un buen paraguas en nuestra bolsa. El caso es que siempre, al menos un día al año, terminamos empapados por el campo. Las principales marcas también han reparado en esto y ofrecen paraguas enormes, preparados para soportar fuertes rachas de viento y que tampoco cuestan un riñón. Un regalo sencillo, pero perfecto.
6. Accesorios para las bolas. Desde un marcador original para la bola (que puede ir desde una moneda antigua o de otro país hasta una ficha de un casino) hasta un arreglapiques como el de Victorinox, una auténtica navaja suiza para el campo de golf. Otro buen regalo para un golfista son unos rotuladores de color permanentes, para que pueda marcar su bola en los campeonatos. Y si vais a regalarle unos tees, por favor, no optéis por la bolsa de quinientos de madera. Los de la marca Champ (Fly-tees) son los mejores que he probado porque son sencillamente indestructibles, además de no pesar nada. Cien de esos y no tendrá que comprar más en dos años.
7. Calcetines. Sí, esa prenda a la que nadie presta atención. Pero cuando uno se pasa andando cinco horas bajo un calor sofocante o un frío glaciar, os aseguro que tiene que cuidar lo que pasa con sus pies. Las principales marcas de palos fabrican sus propios modelos, pero si queréis ir un poco más allá apostar por Kentwool. Vuestros acompañantes en el coche lo agradecerán.
8. Extras. Hay muchos tipos de jugadores. Algunos se toman muy en serio sus vueltas de golf y otros prefieren tomárselo con calma, fumarse un puro de vez en cuando y caminar tranquilos por el campo. Si el destinatario del regalo es de los segundos, puede que os interese regalarle un soporte para los puros como el que usa Miguel Ángel Jiménez. Y oye, si el frío aprieta en una dura mañana de invierno, a lo mejor le interesa llevar una pequeña petaca en la bolsa. Algunos cazadores la usan y creo que obra maravillas.
Los mejores regalos para un golfista (I): libros
Los mejores regalos para un golfista (II): medidores de distancia
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