Lo habíamos anunciado en la previa del Crowne Plaza Invitational: para ganar en Colonial iba a ser necesario adaptarse a las peculiaridades de este recorrido, considerado como el hogar de Ben Hogan. Par 70, de calles estrechas, pronunciados doglegs y greenes bien protegidos, en los que la precisión era de largo más importante que la pegada. Primera jornada disputada y los dos primeros líderes jugadores locales, es decir, socios del campo. Ryan Palmer y John Rollins viven a poco menos de una milla de distancia el uno del otro y han jugado juntos múltiples rondas en este campo. En tan solo 18 hoyos nos recordaron cómo se hacían pocos golpes en este escenario.
Ben Hogan está considerado como uno de los mejores “ball-strikers” de la historia del golf, incluso por por Jack Nicklaus. “Nunca he visto a nadie pegar a la bola de una forma tan pura”, ha declarado en varias ocasiones el «Oso Dorado». Quizá se debiera a la inmensa precisión que es necesaria en este recorrido y a que si los jugadores comienzan a visitar el rough o fallar los greenes, pueden encontrarse con números muy altos en su tarjeta. Tanto Palmer como Rollins cogieron más del 75% en regulación y un buen rendimiento con el putter en las manos hizo el resto en sus vueltas. 62 impactos para el primero, 63 para el segundo y el resto de participantes por detrás en la tabla.
Ambos saldrán juntos mañana, como en muchas de sus rondas habituales en este campo. “Creo que es muy divertido”, dijo Rollins. “Estaría bien poder adelantar esto hasta el domingo». Por su parte, Palmer se mostró encantado con su inicio y espera prolongarlo también hasta el fin de la semana: “Esto es lo que sueño cada vez que juego aquí. Este es el torneo para el que mejor me preparo”.
Esa motivación añadida no era ningún secreto viéndole jugar. Se podía apreciar cómo los profesionales llevaban a cabo sus vueltas bajo par con oficio, pero Palmer parecía estar jugando un grande cuando embocaba un putt cuesta abajo para birdie o se animaba a sí mismo a responder a un par con un nuevo acierto. La intensidad con la que jugó ayer no era para nada la que se espera de un jueves en un torneo regular del PGA Tour.
En tercera posición, a dos del liderato, se encuentran Morgan Hoffman, John Peterson y los canadienses David Hearn y Graham DeLaet, que entregaron tarjetas con 64 impactos. Daniel Summerhays, Matt Every, Matt Kuchar, Tommy Gainey, Josh Teater y Jordan Spieth les siguen con un acumulado de menos cinco, a solo tres de la cabeza. Se antoja un final muy ajustado en el hogar de Ben Hogan y solo una mala jornada podría terminar con las opciones de muchos aspirantes. Zach Johnson, Rickie Fowler y Hunter Mahan comenzaron con menos uno, mientras que otro de los favoritos, Charl Schwartzel, lo hizo al par. Necesitarán algo más que eso para, por lo menos, aspirar al top 10.
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