Que el golf femenino está rebajando considerablemente su edad media no es ninguna novedad. A Lydia Ko y Jessica Korda, ganadoras las dos últimas temporadas, se unió Ariya Jutanugarn como una de las grandes promesas del panorama actual, con dos segundos puestos en los primeros compases del año. Solo un debacle en el último hoyo del Abierto de Tailandia le impidió obtener su primera victoria profesional. Entonces, nos preguntábamos si con diecisiete primaveras sería capaz de recomponerse, volver a subir la piedra hasta la cumbre de la montaña y optar de nuevo a un triunfo. Su actuación tras 54 hoyos en la Lalla Meryem Cup está resultando una respuesta de lo más contundente.
Ariya alcanzó un acumulado de diez bajo par tras repetir el resultado que firmara en la segunda jornada, 67 golpes (menos cuatro), pero ni ella ni prácticamente nadie esperaba que una jugadora todavía más joven fuera a superarle en la tabla. Charley Hull, que cumplió los diecisiete hace diez días, consiguió la mejor vuelta de la semana (64 impactos) y alcanzó un global de menos once. Ocho birdies por tan solo un bogey en su tarjeta que venían gestándose durante las dos anteriores jornadas, donde no había fallado ni una sola calle y solo había errado el green en dos ocasiones. La inglesa es la última sensación que desembarca en el Ladies European Tour y mañana afrontara la gran pregunta que se cierne sobre todos estos jovencísimos talentos. ¿Son también capaces de cerrar un torneo?
La victoria se balancea únicamente entre ambas, que se separaron del resto de aspirantes durante este tercer día de competición. Katie Burnett, Beth Allen y la sudafricana Lee-Anne Pace les siguen con un acumulado de menos ocho, mientras que prácticamente sin opciones se encuentran Laura Davies y Mikaela Parmlid con menos cinco. Solo igualar el registro de Hull en los últimos dieciocho hoyos les daría alguna oportunidad de triunfar en el Golf de L’Ocean, un recorrido exigente desde el tee hasta el punto de provocar grandes resultados en alguno de sus hoyos.
La mejor española es hasta ahora Emma Cabrera-Bello, que volvió por la senda que había marcado durante la primera jornada para llegar hasta los 68 impactos, ascendiendo cincuenta y cinco puestos en la tabla. La grancanaria es ahora vigésimo quinta con mas uno y tiene el top 10 a cuatro golpes de distancia. Peor suerte corrió Marta Silva, que tras una brillante segunda jornada comenzó la tercera con un triple bogey en el hoyo 1. A pesar del varapalo, la gallega consiguió reponerse a medida que avanzaba el día y gracias a cuatro birdies maquilló el resultado con 73 golpes, que la sitúan trigésimo segunda con un global de mas dos.
La amateur Patricia Sanz entregó una tarjeta con 74 y es cuadragésima con mas cuatro, mientras que Tania Elósegui es cuadragésimo séptima con mas cinco, en un mal día en el que llegó hasta los 76 impactos.
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