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Zona Pro

El regreso de Hank Kuehne, el bombardero olvidado

Óscar Díaz | 01 de marzo de 2012

De manera inevitable, la atención de los medios estaba centrada en las principales estrellas reunidas en el PGA National y que disputarán el Honda Classic de esta semana: Tiger Woods (y su reacción ante los primeros extractos publicados del libro de Hank Haney, su exentrenador), Rory McIlroy, Lee Westwood… Pero entre las rendijas de la lista de participantes se ha colado un jugador del que llevábamos mucho tiempo sin saber nada, un golfista que conserva el récord de distancia media con el drive en el PGA Tour (321,4 yardas en 2003) y que estuvo a punto de retirarse por culpa de las lesiones: el texano Hank Kuehne.

Kuehne, a quien ya dedicamos un extenso artículo hace poco más de un año, es un jugador procedente de una familia de gran tradición golfística que ganó el US Amateur de 1998 y parecía destinado al estrellato tras su brillante carrera como aficionado, pero como profesional no llegó a cumplir las expectativas que había despertado pese a acaparar portadas y atenciones gracias al reclamo de su pegada y a su amistad con Tiger Woods.

A causa de sus problemas en la cadera y la espalda, Kuehne abandonó la competición activa en 2008 después de jugar un puñado de torneos en el Nationwide Tour y pasar un auténtico calvario en las dos temporadas anteriores, y parecía abocado a una retirada prematura cuando ni siquiera era capaz de sostener a su hijo en brazos. Visitó a a trece especialistas en lesiones de espalda, pero ninguno le dio esperanzas.

Sin embargo, su padre Ernie le habló de Peter Wehling, un médico de Dusseldorf que había ideado una terapia revolucionaria para aliviar las inflamaciones basada en el centrifugado sanguíneo, un tratamiento aceptado por la Agencia Mundial Antidoping que ya había aplicado a deportistas de la talla de Fred Couples, Vijay Singh, Kobe Bryant o el jugador de béisbol Álex Rodríguez.

La mejoría de Kuehne ha sido patente y progresiva y le ha llevado a entrenar con normalidad y plantearse la vuelta a la competición. Gracias a su exención médica, el texano tendrá 18 torneos para ganar 636.221 $ y recuperar la tarjeta del PGA Tour, pero después de casi tres años fuera de juego y de cinco desde que logró su último top ten su principal objetivo es salir a disfrutar.

Como el Memphis Belle, aquel B-17 que fue el primero en cumplir 25 misiones de combate y logró tocar tierra maltrecho pero con la tripulación sana y salva, el bombardero Kuehne regresa a la competición después de sufrir los rigores de las lesiones y ver la peor cara del golf moderno. Aquel B-17 se convirtió en un símbolo de tenacidad y heroísmo y sirvió para subir la moral de todo un país… En una época en la que Hank Kuehne casi ha pasado al olvido, ya solo falta ver si su regreso resulta igual de inspirador.

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