Zona Pro
Y entonces apareció Jordan Spieth…
Redacción | 05 de abril de 2015
Mal día escogió Phil Mickelson para realizar su cuarta ronda por encima del par tras veintinueve vueltas jugadas en el Golf Club of Houston, porque su desastroso final con tres bogeys consecutivos en las tres últimas banderas le ha relegado a la decimoctava posición, a seis golpes de Jordan Spieth, el nuevo líder del torneo y del que se empiezan a agotar los calificativos.
Si ya el año pasado fue una de las sensaciones de la temporada, incluso llegando a ser comparado con Tiger a su misma edad, este año está demostrando que está preparado para faenas de relumbrón y anda como un reloj por los campos, mostrando que si tiene algún punto débil en su juego sabe esconderlo muy bien. Este sábado ha dado una auténtica exhibición con todos los palos, capturando todas las calles menos una y dieciséis de los dieciocho greens. Ver a Spieth es un poco como ver a McIlroy, sin su potencia desde el tee pero mejor en los greens, ya que ambos tienen una naturalidad en su juego que hacen que el golf parezca sencillo.
Finalizaba el estadounidense con un 67 (-5) cimentado en esos números estratosféricos y apoyándose en su precisión con el putter, que le permitía sellar dos birdies de más de cinco metros en el principio del recorrido para luego rematar la faena con un brutal puro de trece metros en el 16 que le dejaba el menos catorce final y el liderato en la bolsa. Y eso que en el hoyo 14, de donde salía con bogey, rompía su racha de 280 hoyos consecutivos evitando tripatear.
“Quería estar en posición de ganar en la semana previa al Masters, acumular experiencia en situaciones en que los nervios están al límite. Es genial poder estar el domingo en esta situación. Seguro que habrá muchos nervios, pero intentaré darme oportunidades para ganar y coger confianza de cara a la próxima semana”, declaraba un Spieth que jugará saliendo en el partido estelar por tercera semana consecutiva. Ya se llevó el Valspar Championship y quedó segundo en Texas tras el duelo que mantuvo con Jimmy Walker. Esta vez tiene a tiro convertirse en el jugador más joven tras Tiger Woods en ganar tres torneos en el PGA Tour y volver a dar una alegría al público texano que, de nuevo, ve a uno de los suyos en lo más alto.
No lo tendrá fácil en cualquier caso Spieth, porque al torneo le han salido muchos pretendientes. Scott Piercy, que se había descolgado en la primera ronda con un mágico 63 para luego perder comba en la segunda con un 74, ha vuelto a la zona noble tras sellar un estupendo 66 (-6) que le deja segundo a un golpe de Jordan. Junto a Piercy, un antiguo ganador del torneo como Johnson Wagner, que juega gracias a una invitación de sponsors, y la sorpresa de este Shell Houston Open, Austin Cook. El joven estadounidense clasificado en las previas del lunes mantiene sus opciones de cara al domingo tras el menos dos firmado este sábado.
Gran jornada para los españoles, que han subido puestos en la general en el día del movimiento. Gonzalo Fernández-Castaño está en pleno proceso de mejora y su 71 (-1) de hoy podría haber sido mejor de no ser por el bogey cometido en el último hoyo donde tripateaba. Bien con los palos cortos, el madrileño ha dado uno de los golpes del día en el 17 donde embocaba con un chip desde veinticinco metros que le permitía finalizar vigésimo sexto.
Por su parte, Sergio García anda a cinco golpes de distancia de la cabeza, aunque visto lo que está ocurriendo esta temporada, donde ninguna ventaja es segura, y que el campo de Houston lo mismo te premia que te envía al foso, no es descabellado pensar que el castellonense pudiera terminar llevándose el trofeo. También es verdad que viendo el nivel de Spieth y el de alguno de los de arriba los cinco impactos parecen todo un mundo. En cualquier caso su 69 (-3) le vale para subir dieciséis puestos hasta ubicarse en la duodécima posición y esperar a mañana para ver si durante el día surgen opciones reales de ganar el torneo.
Resultados y clasificación de la tercera ronda del Shell Houston Open
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