Dentro de unas horas comienza en el condado de Palm Beach una nueva edición del The Honda Classic, torneo con el que el PGA Tour inicia su potente gira por el soleado estado de Florida y que aprovecha su especial situación entre los dos primeros campeonatos de las Series Mundiales de Golf de la temporada para hacerse con una más que sobresaliente participación internacional, lo que le sirve para compensar la notoria ausencia de las principales figuras estadounidenses. En esta ocasión, la ausencia se hace más evidente tras los últimos éxitos del golf europeo, cuyo circuito, precisamente, sigue de vacaciones forzadas hasta el Abierto de Sicilia del próximo 17 de marzo de 2011.
Tras haber arrancado el curso golfístico en el archipiélago hawaiano y haber alcanzado velocidad de crucero teñida de rutina en el West Coast Swing (la gira por la costa oeste del país que no será recordada por la escasa entidad de los vencedores, clasificados de media en el puesto centésimo quincuagésimo del ránking mundial), el PGA Tour se despoja de complejos y exhibe músculo con el Florida Swing, sucesión de cinco campeonatos por los mejores greenes de la meca del golf estadounidense que vivirá su momento álgido la próxima semana con el WGC Cadillac Championship y se despedirá prematuramente con el Invitational de Arnold Palmer, ya con la sombra del Masters de Augusta en el horizonte, para reverdecer en el mes de mayo con el puntual regreso al The Players Championship de Sawgrass.
Si rebuscamos un poco en la historia de este singular torneo que cuenta con uno de los patrocinios más longevos del PGA Tour, el The Honda Classic se celebró por primera vez en 1972 gracias al mecenazgo del actor, cómico y músico estadounidense Jackie Gleason, y a la capital implicación del Inverrary Golf Club de Lauderhill, prestigioso club privado que cuenta con dos recorridos del mítico Robert Trent Jones Sr. (y en cuyos alrededores vivió el propio actor) y que ejerció como sede de lo que entonces se conocía como el Jackie Gleason’s Inverrary Classic hasta 1983, cuando se produce la entrada de la automovilística japonesa en la organización del torneo y se opta por trasladarlo al TPC at Eagle Trace de Coral Springs.
Sin embargo, esta decisión, agravada cuando en 1991 el torneo entró en una espiral de rotaciones por otros campos menores del estado como Weston Hills Golf & Country Club (1992 – 1995), TPC at Heron Bay (1997 – 2002) y Country Club at Mirasol (2003 – 2006), no hizo sino convertir al clásico de Palm Beach en el patito feo del Florida Swing, incapaz de competir con el lustre de los campeonatos de Arnold Palmer, Ford y el flagship de Sawgrass.
Atrás quedaron los años donde Tom Weiskopf (1972), Lee Trevino (1973) y muy especialmente Jack Nicklaus (1977 y 1978) inscribían su nombre en el incipiente palmarés de un Clásico que, para colmo de males, veía como tras la irrupción de los campeonatos de las Series Mundiales de Golf en 1999 se convertía en frontera y en semana ideal de descanso entre las giras por la costa oeste y la soleada Florida. Su millonaria dotación económica solo servía de atractivo para aquellos desafortunados golfistas incapaces de clasificarse para el Accenture o afrontar con garantías los complicados recorridos de Bay Hill, Doral o Sawgrass.
Definitivamente, algo había que hacer para revitalizar el The Honda Classic, y así pareció entenderlo Ken Kennerly, nuevo director del torneo tras la edición de 2006, que con la certeza de que nunca más volverían a contar con la presencia de Phil Mickelson (inédito desde 2002) y de que la participación de Tiger Woods se antojaba cuanto menos imposible, apostaba por el único factor que podría decantar la balanza favorablemente, toda vez que el aspecto monetario hacía ya tiempo que había pasado a un segundo plano en un circuito estadounidense emborrachado de dólares: la elección de una sede que se convirtiera en indispensable para los mejores golfistas.
Así, en 2007 el The Honda Classic desembarcaba en el Champion Course del PGA National Resort & Spa (Palm Beach Gardens, Florida), un espectacular complejo golfístico que cuenta con otros cuatro recorridos, obra de algunos de los más renombrados diseñadores estadounidenses: The Palmer Course, The Squire Course (con la rúbrica de Tom y George Fazio, en honor a Gene Sarazen, el primer golfista en conseguir el Grand Slam, esto es, ganar los cuatro grandes en una misma temporada), The Haig Course (segundo de los campos de los hermanos Fazio, en honor a Walter Hagen) y The Estate, de Karl Litten.
El Champion Course es un soberbio parkland de 7.158 yardas, par 70, que lleva la firma de Tom Fanzio (1981) y la huella de Jack Nicklaus, responsable en 2001 de un exhaustivo lavado de cara del recorrido que ha elevado considerablemente sus estándares de calidad.
Sede de la Ryder Cup de 1983, donde el equipo estadounidense solventaba por un solitario punto de diferencia el duro ataque de un combinado europeo que dos años después lograría en The Belfry su primera victoria en casi treinta años, del US PGA Championship de 1987, ganado por Larry Nelson, y hogar del US PGA Seniors Championship entre 1982 y 2000, este año acoge por cuarta edición consecutiva el The Honda Classic, y lo hace con la vitola de haberse convertido en uno de los campos más difíciles de la temporada en el PGA Tour.
No en vano, en 2010 fue el recorrido más exigente (con una media de 1,64 golpes por encima del par del campo), en el que se promediaron menos birdies desde menos de ciento veinticinco yardas (apenas por encima del diecisiete por ciento), el segundo, solo por detrás de un Pebble Beach Golf Links preparado a conciencia de US Open, con los segundos nueve hoyos más complicados…
Pero, sobre todo, el que ofrece uno de los tramos más temidos por los golfistas profesionales de todo el PGA Tour, La Trampa del Oso (The Bear Trap), es decir, el segmento del Champion Course que comprende los hoyos 15, 16 y 17, y que saluda al golfista con un oso gigante de bronce, especialmente colocado en el tee del hoyo quince al lado de una inscripción que reza: “It should be won or lost right here” (“Aquí es donde el torneo se gana o se pierde”).
Hechos como éste son los que agradecen la remodelación llevada a cabo por Jack Nicklaus (tasada en más de cuatro millones de dólares), y es que La Trampa del Oso fue en 2010 el segundo tramo de tres hoyos más difícil del PGA Tour, y el 15, un par 3 de 179 yardas con un estrecho green escoltado lateralmente por un pot búnker y medialmente por un lago, se convirtió por sí solo en el par 3 más duro de la temporada.
El 16 es un par 4 de 434 yardas que describe un dogleg a la derecha, justo por donde descansa un obstáculo de agua que se ha visto reforzado con la construcción de otro búnker, y donde el segundo golpe se entrega al viento a la hora de solventar la acuosa defensa del green.
Finalmente, el 17, otro par 3 de 190 yardas, no debería constituir un hándicap para los golfistas más avezados por su corta distancia, de no ser porque en cualquier posición de bandera supone todo un reto. A la derecha por la cercanía al agua y la exposición al viento, y a la izquierda por la presencia del búnker y la reducida zona de aterrizaje de la bola.
Para completar nuestra información sobre La Trampa del Oso, os ofrecemos los enlaces a los fly-overs de los tres hoyos: 15, 16 y 17.
Esta semana, los greenes de Tifeagle bermudagrass rodarán a una velocidad superior a los once pies en el stimpmeter, y el rough, como suele ser habitual en el PGA Tour alcanzará un máximo espesor de noventa centímetros de altura.
La predicción meteorológica anuncia tiempo parciamente nublado, con posibilidad de chubascos aislados, sobre todo a medida que nos adentremos en el fin de semana, donde destacará el domingo y su cincuenta por ciento de probabilidades de lluvia y tormenta eléctrica. El viento soplará de componente este con rachas de entre veinticinco y cincuenta kilómetros por hora. Las temperaturas se moverán por encima de los veinticinco grados centígrados.
Más información en la web del PGA National Resort & Spa.
El colombiano Camilo Villegas (46º OWGR) defiende el título conseguido el año pasado cuando se impuso cómodamente al estadounidense Anthony Kim y al inglés Justin Rose por cinco y seis golpes, respectivamente, y sumaba así, el tercer entorchado de su carrera en el PGA Tour tras el BMW Championship y el The Tour Championship de 2008, y cuarto internacional si tenemos en cuenta el Coca–Cola Tokai Classic del Japan Golf Tour en 2007.
Una vez más, la nota predominante es la ausencia de las principales figuras locales. De hecho, de los diecisiete estadounidenses clasificados en el top 50 del ránking mundial tan solo se han reunido en los greenes del PGA National Matt Kuchar (10º, The Honda Classic de 2002, The Barclays de 2010), Rickie Fowler (30º) y Anthony Kim (34º, Shell Houston Open de 2010), tras la renuncia a última hora de Ben Crane, que engrosa así una larga lista encabezada por los Tiger Woods, Phil Mickelson, Jim Furyk, Steve Stricker o Dustin Johnson.
Afortunadamente para los rectores del The Honda Classic, la falta de una alternativa válida en el Circuito Europeo (en años anteriores ofrecía a sus miembros la posibilidad de disputar torneos en el sudeste asiático, aunque desde 2009 un clamoroso hueco ocupa esta porción del calendario) hace que para los jugadores internacionales ésta sea la oportunidad ideal de afinar su puesta a punto para el inminente WGC Cadillac Championship, y se dispare su lista de entradas con la presencia de otros cuatro top ten mundiales, los ingleses Lee Westwood (2º, St Jude Classic de 2010), Luke Donald (3º, The Honda Classic de 2006, WGC Accenture Match Play Championship de 2011, Madrid Masters de Golf de 2010) y los norirlandeses Graeme McDowell (4º, The US Open Championship, Andalucía Valderrama Masters de 2010) y Rory McIlroy (Quail Hollow Championship de 2010).
Junto a ellos, destacan otros top 50 del OWGR como los sudafricanos Ernie Els (12º, The Honda Classic de 2008, South African Open Championship de 2011, WGC CA Championship, Arnold Palmer Invitational de 2010), Louis Oosthuizen (21º, The Africa Open de 2011, The Open Championship, Open de Andalucía de Golf de 2010), Charl Schwartzel (25º, The Joburg Open de 2011), los ingleses Ian Poulter (13º, WGC Accenture Match Play Championship de 2010) y Ross Fisher (39º, Volvo World Match Play Championship de 2009, The 3 Irish Open de 2010), el sueco Robert Karlsson (17º, Commercialbank Qatar Masters de 2010), el italiano Edoardo Molinari (24º, The Barclays Scottish Open, Johnnie Walker Championship at Gleneagles de 2010), los australianos Robert Allenby (26º, Australian PGA Championship, Nedbank Challenge de 2009) y Adam Scott (28º, Valero Texas Open, Barclays Singapore Open de 2010), el surcoreano Yong Eun Yang (43º, US PGA Championship, The Honda Classic de 2009, Volvo China Open de 2010), el japonés Yuta Ikeda (45º) y el fidjiano Vijay Singh (de vuelta al top 50, 49º, tras sus buenos resultados en el West Coast Swing, con tercer y segundo puesto en Phoenix y Los Ángeles, respectivamente, y ganador del The Honda Classic en 1999).
El golf español no se ve representado en esta trigésimo novena edición del The Honda Classic tras la ausencia de Sergio García y la polémica decisión de los organizadores de no invitar al guadiareño Álvaro Quirós, ganador hace un par de semanas en Dubai. Así, el acento latino lo pondrán el venezolano Jhonattan Vegas (2º FedEx Cup, Bob Hope Classic de 2011) y en los argentinos Ángel “Pato” Cabrera (The US Open de 2007, The Masters de 2009), Andrés “Pigu” Romero (Zurich Classic of New Orleans de 2008) y Fabián Gómez, que está viviendo su primera temporada en el PGA Tour después de finalizar decimosegundo en la lista de ganancias del Nationwide Tour de 2010, además del ya comentado Camilo Villegas.
Paralela a la propia competición, Lee Westwood podría regresar al número uno mundial en función de sus resultados en el Champion Course del PGA National, dado que el alemán Martin Kaymer descansa esta semana. Para ello, necesitaría de un tercer puesto en solitario.
Rory McIlroy podría acceder al quinto escalafón mundial con una victoria, devolviendo a Europa el pleno de representantes en el top 5 del OWGR diecinueve años después, en concreto desde 1992 cuando en la parte más alta de la clasificación sobresalían los nombres de Ian Woosnam, Nick Faldo, José Mari Olazábal, Severiano Ballesteros y Bernhard Langer.
Para terminar con las quinielas, si el vencedor fuera Ian Poulter, serían siete los europeos en el top ten, ¡lo nunca visto!
Más información sobre la lista de entradas, horarios de salida y clasificación online.
Cuatro años después, ya podemos hacer una lectura positiva de la gestión de Ken Kennerly y de la elección del PGA National Resort & Spa y su Champion Course. Escaldado de su anterior etapa como (infructuoso) resucitador del Chysler Team Championship, un torneo de exhibición del PGA Tour disputado en Palm Beach, el The Honda Classic ha experimentado una espectacular mejoría, como lo demuestran sus cifras de asistencia de público, que han saltado de los cerca de cuarenta mil aficionados a los noventa y tres mil de 2009, o los más de cien mil de la edición del año pasado, con más de treinta y una mil personas congregadas en la jornada final del domingo. Y la labor social del torneo superando holgadamente los siete dígitos de recaudación.
Canal+ Golf (dial 53 de Digital+) emitirá en directo y en exclusiva un The Honda Classic que reparte 1.008.000 $, 500 puntos de la FedEx Cup y 56 puntos del OWGR al ganador, hasta el domingo 6 de marzo de 2011 a partir de las 21:00 h.
Como adelanto, os ofrecemos los mejores momentos de la historia del The Honda Classic:
Gráficos: Crónica Golf
Fotografías: Zimbio.com
Páginas web: The Honda Classic y PGA Tour.
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