Bernd Wiesberger dio un golpe de autoridad en la tercera jornada del Ballantine’s Championship tras firmar 65 impactos, los mismos que ayer, y obtener una ventaja de cinco golpes sobre el australiano Marcus Fraser. El austriaco se encuentra en estado de gracia y no sólo consiguió hacer menos golpes que nadie el viernes, sino que volvió a repetir su hazaña el sábado igualando la mejor tarjeta del día, acercándose más que nunca a su primera victoria en el Circuito Europeo.
“Creo que es lo que llamamos un gran día en la oficina”, dijo al finalizar su tercera vuelta. “Fue divertido. Las condiciones eran buenas de nuevo, al igual que ayer, y la preparación del campo es perfecta. Me he divertido, conseguido meter muchos putts y ha sido la clave para finalizar otro día perfecto”. Su situación de cara a la jornada final es prácticamente inmejorable para Wiesberger, que después de ganar dos veces en el Challenge Tour en 2010 estuvo cerca de conseguir su primera victoria en el Circuito Europeo el año pasado, en un par de ocasiones. “Siento que estoy en mejores posiciones con más frecuencia, y jugué bien cuando estuve arriba en la segunda mitad del año pasado. Los dos últimos años han supuesto una buena preparación, y espero obtener los resultados mañana”.
Marcos Fraser también jugó una gran vuelta en la tercera jornada y finalizó con 69 golpes. A diferencia del líder, el australiano tuvo problemas en los greenes y desaprovechó varias oportunidades de birdie que le darían más opciones de cara a la victoria. “Me sentí muy cómodo, pegué muy buenos golpes pero no pude meter los putts, los tiraba donde quería pero simplemente no cogían la caída”. El australiano aceptó que sería muy complicado recortar los cinco golpes de ventaja con que cuenta Wiesberger, y alabó el rendimiento del joven jugador. “Está jugando muy bien. Tiene mucho juego y definitivamente se trata de una gran promesa del Circuito Europeo. Es un gran jugador ahora pero tiene grandes cosas por delante, eso es seguro”.
Miguel Ángel Jiménez volvió a jugar por debajo del par en su tercera vuelta y finalizó con 69 golpes, que le colocan quinto clasificado. Es el segundo día consecutivo en el que no firma un solo bogey y el malagueño lo resumió a la perfección: “Jugué muy bien. Muy sólido de tee a green y muchas oportunidades de birdie. Conseguí unas pocas y no hice bogeys, eso es todo”. El objetivo de conseguir la victoria parece que tendrá que cumplirse otra semana puesto que se encuentra a siete golpes de Wiesberger, pero el segundo puesto se encuentra a tan sólo dos impactos de distancia. “Mañana intentaré hacer lo mismo que he hecho hoy. Realmente sólo he fallado tres golpes y aun así no he hecho bogeys. Necesito algo de suerte en los greenes, pero en líneas generales me siento muy sólido”, declaró el español. Mientras tanto, Pablo Martín, el otro español que superó el corte tras su gran vuelta de ayer, acabó al par en el día y se encuentra sexagésimo quinto.
Oliver Fisher, Felipe Aguilar y Paul McGinley también lucharán por acercarse a un Wiesberger que parece haber ganado el torneo en tres días, pero que mañana se enfrentará a la jornada más dura de todas; la que le pondrá verdaderamente a prueba. Si su juego sigue rayando el nivel de los dos últimos días, la victoria llegará sin complicaciones.
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