Si un jugador consigue igualar el récord del campo durante un torneo será fácil verle luchar por la victoria durante la última jornada. Si además lo consigue en dos ocasiones consecutivas, sabemos que estará muy cerca de ganar. Así ha sido el registro de Bernd Wiesberger durante el Ballantine’s Championship, disputado en el Blackstone Golf Club. El austriaco consiguió finalizar con 65 impactos en la segunda y tercera jornadas, plantándose con cinco golpes de ventaja al comenzar la última y definitiva vuelta.
Aunque pudiera parecer que el trabajo estaba hecho y que sus últimos 18 hoyos iban a ser un mero trámite, se tuvo que enfrentar a varios ataques a lo largo del día. El primero de ellos vino de la mano de Marcus Fraser, su compañero de partido, con un putt de birdie en el tercer hoyo de más de nueve metros. Quizá una vuelta de par no sirviera para llevarse la victoria y la respuesta de Wiesberger estuvo a la altura: su approach en el hoyo 5 aterrizó a poco más de un metro del hoyo. Primer birdie del día después de arrancar con cuatro pares.
El segundo ataque llegó con Richie Ramsay en el hoyo 16, en su sexto birdie del día y que reducía la ventaja del austriaco a sólo tres golpes. Su respuesta volvió a ser demoledora: tres birdies en los últimos cuatro hoyos para finalizar. Nadie pudo acercarse más a un jugador que lo tiene todo para destacar durante los próximos años. Esta semana ha rayado la perfección en su juego, no habiendo firmado un solo bogey en los tres últimos días y manejando a la perfección su ventaja, un signo de madurez precoz. “Sólo he intentado disfrutar y he jugado las tres mejores vueltas de mi vida”, dijo al finalizar. “Mi plan de juego era coger todos los greenes que pudiera e intentar meter los putts, y al final lo conseguí”.
Con esta victoria se mete en los cien primeros puestos del ranking mundial y, aunque se trate sólo de su primer triunfo, su rendimiento hace pensar que no tardará en llegar el segundo. Sus cinco golpes de ventaja convierten su victoria en la más contundente en lo que llevamos de año, hasta el punto de que el resto de jugadores se han visto obligados a luchar por el segundo puesto, una situación reservada sólo a los grandes talentos.
Miguel Ángel Jiménez ha vuelto a jugar bien esta semana y ha finalizado en quinta posición, quedándose muy cerca de igualar a Wiesberger al no firmar un bogey en los tres últimos días de competición. “He jugado muy bien toda la semana, muy sólido. Sólo he hecho tres bogeys. Hoy en el hoyo 18, alguien se puso a hablar cuando tiraba y no pude parar el swing, bloqueando el golpe a la derecha y no dejándome hacer birdie con el segundo golpe”, declaraba el español. Su siguiente objetivo será el Open de España, que se disputará la semana que viene en el Real Club de Golf de Sevilla: “Intentaré concentrarme en mi juego y hacer muy pocas. Es el Open de España y evidentemente significa mucho”.
Es la sexta vez esta temporada que un jugador consigue su primer triunfo en el Circuito Europeo, señal de que la competición está muy viva y las victorias están cada vez más cotizadas.
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