No sabemos si Bubba Watson siente el peso de la chaqueta verde que se enfundó en Augusta el año pasado, pero lo cierto es que sus resultados no han estado a la altura de las expectativas que despertó con aquel triunfo. Este mismo año, sin ir más lejos, ha mostrado una regularidad notable (ha superado 11 cortes en 13 torneos disputados en el PGA Tour) pero a estas alturas cuenta con un solitario y devaluado top ten en el festival de comienzo de temporada, el Hyundai Tournament of Champions.
Sin embargo, el cañonero zurdo se encuentra muy a gusto en el TPC River Highlands, donde logró el título en el Travelers Championship de 2010 y estuvo a punto de llevarse el título el año pasado. Por segundo día consecutivo, Watson diseccionó las calles del recorrido de Connecticut y también lidera la clasificación de distancia con el driver y en proximidad a las banderas. Combinación letal en un campo que comenzó recibiendo muy bien y que fue endureciéndose a medida que el viento soplaba durante el turno de tarde.
Todo lo anterior se traduce en el liderato de Bubba Watson con -10 en el acumulado, dos golpes por delante de su compatriota Patrick Reed y del irlandés Padraig Harrington, que parece revitalizado después de su paso por por el US Open, ya que fue el único que declaró haber disfrutado con las dificultades planteadas por el recorrido de Merion. Parece que a Harrington le va la «marcha», ya que tuvo que enfrentarse a las condiciones de juego más duras, pero consiguió un notable 66 (-4) para meterse de nuevo en la lucha por un título que ya estuvo a su alcance en 2010 y 2012.
Gonzalo Fernández-Castaño se quedó a un solo golpe de superar el corte y tuvo la mala fortuna de jugar en el turno complicado, cuando más viento se levantó en el recorrido de Cromwell.
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