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VII Iberdrola Open (European Tour)

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Óscar Díaz | 11 de mayo de 2011

El Circuito Europeo prosigue su recorrido por la costa mediterránea española con la séptima edición de un Iberdrola Open que poco a poco va recuperando el sabor del original Mallorca Classic. Despejada la incertidumbre económica del año pasado y con Iberdrola como firme patrocinador, el torneo se asienta en el calendario continental y se convierte en una buena oportunidad para que los jugadores menos mediáticos sumen unos buenos euros con los que enderezar su Carrera a Dubai.

Sin embargo, más allá de la competición profesional, la actualidad sigue fijada en la localidad cántabra de Pedreña, donde este mediodía se ha oficiado el funeral por los restos mortales de Severiano Ballesteros y que han reunido a la plana mayor del golf europeo y de la política española, con Su Alteza Real el príncipe Felipe y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a la cabeza.

A la misma hora a la que se producía el sepelio se ha guardado un emotivo minuto de silencio en todos los campos de golf españoles, y el mallorquín recorrido de Son Servera, sede del Iberdrola Open, no ha sido una excepción y ha interrumpido el normal desarrollo de la jornada de Pro-Am que antecede al inicio del torneo.

La colocación de crespones negros en las banderas de los dieciocho hoyos y la celebración de una misa a las 19:30 h, una vez concluido el turno de prácticas, completan las primeras muestras de respeto que los organizadores del Iberdrola Open han querido darle a un campeón que dejó su sello en las preolímpicas ediciones del extinto Open de Baleares.

La isla de Mallorca ha sido desde finales de los años ochenta un destino habitual del Circuito Europeo. Sede del Open de Baleares (1988-95), del Turespaña Masters (1998) y del Mallorca Classic (2003-07), en sus greenes se han coronado los principales golfistas españoles: Severiano Ballesteros (1988, 1990, 1992), Miguel Ángel Jiménez (1998, 2003), Txema Olazábal (2005) y Sergio García (2004).

En 2007, el cambio político vivido en el Gobierno balear trajo consigo una nueva orientación de la estrategia de promoción turística de las Islas. En concreto, se decidió suspender el millonario patrocinio del Mallorca Classic (en torno a los cuatro millones de euros anuales) y se optó por un formato de exhibición (el Mallorca Golf Island Skins Game, de 300.000€ de dotación) con el que suplir los dos años de contrato que aún le restaban con el Circuito Europeo.

Atrás quedaban cinco años donde el torneo mallorquín se había conseguido asentar en la última semana previa al Volvo Masters de Valderrama, por entonces la gran final de la temporada en Europa, y toda esa experiencia encontraría nuevo acomodo en la Comunidad Valenciana, donde este año se celebrará la cuarta edición del Castelló Masters Costa Azahar.

En un contexto de crisis económica y de caída del turismo en la isla, la Asociación Hotelera de la Bahía de Cala Millor se decidió el año pasado por dar un paso al frente y poner en marcha una serie de iniciativas con el objetivo de promocionar y desestacionalizar el turismo de Mallorca, y donde el golf y la vela desempeñaban un papel esencial.

Así, tres años después de su anticipado letargo, el Mallorca Classic regresaba al Circuito Europeo bajo el soporte financiero de la compañía eléctrica Iberdrola, empresa líder en la producción de energía renovable, y en esta edición se sobrepone a su difícil emplazamiento incrementando su montante de premios hasta el millón de euros, un veinticinco por ciento más que en 2010.

Después de haber ejercido de anfitrión durante los años del Mallorca Classic, a nadie debería extrañarle que el mejor campo de golf de la isla repita como sede del Iberdrola Open. El actual Pula Golf Club obedece a un intenso trabajo de remodelación llevado a cabo por el equipo de José María Olazábal durante los últimos siete años.

Si entre 2004 y 2006 se renovaron los dieciocho hoyos del recorrido (a razón de segmentos de seis hoyos por año) en 2009 se daba paso a trabajos puntuales y más superficiales, como el que en 2009 dio paso a un “nuevo” hoyo 17, un par 4 de 362 metros, y que en declaraciones del propio Olazábal:

“Los profesionales van a apreciar los cambios que hemos realizado en el hoyo 17 de Pula Golf, un par 4 con dogleg a la derecha que ahora exige mayor precisión. El fuera de límites ya no intervendrá tanto a la caída del primer golpe y con ese propósito se ha construido un tee nuevo más hacia la izquierda. El objetivo, crear un tiro de mayor precisión colocando los bunkers en la caída del drive para los pegadores.

El green es de tamaño medio y está protegido por un bunker a la derecha y una zona de escape a la izquierda que te puede dejar un chip dificultoso, dependiendo de la colocación de la bandera.

Yo creo que éste era el último retoque que requería el campo de Pula Golf, que de esta manera se adapta completamente a las distancias y a los nuevos materiales, convirtiéndose en un recorrido equilibrado, más completo, competitivo y exigente”.

Para esta edición, lo único apreciable son una serie de retoques estéticos y una menor dureza del rough, con el que tratar de evitar el estropicio de tarjetas que se produjo el año pasado cuando el viento hizo acto de presencia y se llevó la cifra del corte hasta un durísimo +7.

Por lo demás, greenes duros y no muy rápidos, con una velocidad en torno a los diez pies en el stimpmeter, calles anchas y receptivas de obligado alcance si no se quiere caer en los numerosos fuera de límites, obstáculos de agua y arena que trufan un recorrido expuesto al viento y enclavado entre el parque natural de Son Servera y la bahía de Cala Millor.

La predicción meteorológica anuncia tiempo soleado hasta el domingo, cuando no se descartan chubascos aislados a lo largo de la mañana. La temperatura rondará los veinticinco grados centígrados y todo indica que el viento dará algo de tregua ya que no se espera que supere los veinte kilómetros por hora de componente variable.

Con el campeón del año pasado, Peter Hanson, probando fortuna en el The Players Championship del PGA Tour, son el español Alejandro Cañizares (segundo en 2010, tras ceder en el primer hoyo del desempate con el golfista sueco) y el francés Grégory Bourdy, último ganador del Mallorca Classic presente en la isla, los principales referentes de un torneo que presenta una discreta lista de entradas.

No nos engañemos, la fecha que ocupa el Iberdrola Open es la más difícil del año para un torneo del Circuito Europeo (de hecho, la ha “heredado” tras la mudanza del BMW Italian Open al mes de junio). Por un lado, colisiona frontalmente con el The Players Championship del PGA Tour y por el otro, se convierte en la semana ideal de descanso antes de los millonarios Volvo World Match Play Championship de Finca Cortesín y BMW PGA Championship de Wentworth. Si además le añadimos que es la parada peor dotada de cuantas se celebran entre el Masters y el US Open, ya tenemos tres razones de peso para tanta ausencia.

Sin embargo, si nos zambullimos en la nómina de inscritos del torneo descubrimos a una serie de jugadores por los que sí merece la pena abonar una pase diario de diez euros o el abono semanal de treinta euros (federados y turistas alojados en hoteles de la bahía entran gratis): el sudafricano Thomas Aiken (73º OWGR), flamante ganador del Open de España de 2011, el galés Rhys Davies (89º OWGR, Trophée Hassan II de 2010), los “canteranos” ingleses Danny Willett y Chris Wood, que siguen a la caza y captura de su primera victoria como profesionales tras un 2010 donde estuvieron muy cerca, el norirlandés Darren Clarke, uno de los mejores jugadores del European Tour de la última década, el escocés Paul Lawrie, vencedor del The Open Championship de 1999 y que este año se ha reencontrado con su mejor juego en el Open de Andalucía de Golf del Parador de Málaga, el inglés Simon Khan, inesperado triunfador en el BMW PGA Championship de 2010… y los capitanes del equipo europeo de la Ryder Cup de 2010, el escocés Colin Montgomerie, y de 2012, nuestro José María Olazábal, quien precisamente logró en el Mallorca Classic de 2005 su última victoria como profesional.

La armada española la integran veintiséis efectivos. Álvaro Velasco (número uno del Challenge Tour de 2010 y cuarto en el Omega Dubai Desert Classic), Pablo Larrazábal (tercero la semana pasada en El Prat y décimo en China) y José Manuel Lara (séptimo en 2007) son junto al ya citado Alejandro Cañizares (noveno en el Maybank Malaysian Open) nuestras mejores bazas.

Más información en estos enlaces a lista de entradas, horarios de salida y clasificación online.

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