Reapareció en el Open de Australia. Continuó su mejoría en la Presidents Cup. Ahora, el Chevron World Challenge puede ser el escenario definitivo que confirme la vuelta a la élite de Tiger Woods. Cierto es que estamos hablando de un torneo con un plantel de jugadores reducido (18) y que todavía queda un fin de semana por delante, pero la segunda vuelta de ex número 1 mundial en el torneo que auspicia fue muy reveladora más allá de los números.
Si nos atenemos a ellos, debemos mencionar que Tiger lidera el Chevron World Challenge con un total de ocho golpes bajo par y una ventaja sobre los segundos clasificados de tres golpes tras una segunda vuelta de 67 golpes (-5) en Sherwood Country Club. Pero no debemos analizar su actuación ciñéndonos a las cifras, a veces injustas o poco reveladoras. Lo más destacable de los segundos 18 hoyos de Tiger en su torneo fue la actitud que demostró durante toda la vuelta. Esas miradas, esos gestos, ese halo de imbatibilidad que volvía a transmitir.
Dejó el anfitrión un buen puñado de golpes excelentes para la galería. Con ellos, consiguió el que es su segundo liderato tras 36 hoyos en sus dos últimos torneos, el presente Chevron y el Open de Australia de hace tres semanas. “Lo que quiero es liderar tras cuatro días. Estar arriba después de dos jornadas está bien pero tras cuatro es mucho mejor. Sé que estoy jugando mejor y es genial verme arriba en la clasificación. Llevo dos torneos seguidos de stroke play muy buenos”.
Sus 67 golpes tuvieron dos momentos cumbre en dos de los pares 5 de Sherwood. Tiger hizo eagle tanto en el 2 como en el 11, además de cinco birdies, dos bogeys y un doble bogey en el par 3 del hoyo 15 tras mandar su bola al agua. Siendo benevolentes, incluso podríamos exculparle de este ‘fallo’. Confesó Woods que el impacto con el hierro 8 había sido justo como él quería. Sin embargo, al plantear el hoyo contaba con la ayuda de un viento que acabó volviéndose en su contra. “Fue un golpe bueno, pero desgraciadamente llegó la peor racha de viento posible en ese justo momento”.
A pesar de este fallo comenzará el fin de semana con tres golpes sobre sus perseguidores más cercanos, Matt Kuchar y K. J. Choi. Kuchar firmó otros 67 golpes que al acabar todos los jugadores se convirtieron en la mejor tarjeta del día junto las de Tiger y Zach Johnson y comentaba al final del día lo especial que es para los miembros del PGA Tour tener la oportunidad de batirse con Woods, especialmente en las últimas jornadas de cada torneo. “La verdad es que quieres que Tiger lo haga lo mejor posible. No nos gusta verle sufriendo y fallando cortes. Es absurdo decir ‘he ganado a Tiger. Él ha fallado el corte y yo he quedado 15º’. Lo que deseas es que dé lo mejor de sí mismo”.
Choi conservó el liderato desde el que partía al comienzo de esta segunda jornada hasta el hoyo 6, manteniéndose junto a Tiger hasta que llegó el 15. Ambos jugadores sucumbieron ante este par 3, pero lo del surcoreano fue mucho más doloroso de presenciar. Mandó dos bolas al agua para decir adiós al liderato con un cuádruple bogey. Por lo menos, el ganador del The Players fue capaz de conseguir posteriormente un birdie que le haría concluir finalmente con 73 golpes.
Queda por lo tanto un precioso fin de semana por delante en el que Tiger intentará borrar los fantasmas del año pasado, cuando a estas alturas del torneo lideraba por cuatro golpes de diferencia frente a Graeme McDowell y acabó viendo cómo el norirlandés le arrebataba el torneo en el último minuto.
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