Hace cinco años en Turnberry, Tom Watson estuvo a punto de escribir una de las páginas más bellas de las historia del golf cuando, con 59 años, un golpe le separó de conquistar su sexto Open Championship en el mismo lugar donde treinta y dos años antes se impuso a Nicklaus en el famoso duelo al sol. Esta vez hubo un final diferente y Watson terminó empatando en cabeza para después sucumbir en el primer hoyo del playoff ante Stewart Cink.
Aunque quedar segundo perdiendo en el desempate no era el final soñado por el estadounidense, gracias a ello Watson obtenía una exención para jugar el Open Championship durante cinco años más, justo hasta este 2014. Sin embargo, en un hermoso gesto por parte del R&A, ese privilegio ha sido ampliado de manera especial hasta el torneo del año que viene que se celebrará en St. Andrews.
“Cruzar el puente de Swilcan en 2010, pensando que iba a ser la última vez que lo haría en un Open en St. Andrews, fue un momento muy triste”, declaró Watson aliviado al saber que el año que viene podrá de nuevo cruzar el mítico puente de piedra como un jugador más.
El capitán del equipo estadounidense de la Ryder Cup tenía razones para anhelar que esto ocurriera, ya que el año que viene se cumplen cuarenta años de su primera participación en el Open Championship de 1975, que además supuso la primera vez que alzó la jarra de clarete.
“Si todo va bien, estaré en el torneo y jugaré bien. Espero estar todavía en buena forma pero, siendo sincero, aunque tenga que arrastrarme, allí estaré”, bromeó el jugador estadounidense que este año participará por trigésimo sexta vez en el open británico.
“Aprecio más de lo que creen la extensión que me han concedido. Es muy especial para mi poder acabar mi carrera, a menos que acabe en el top 10, jugando el Open Championship, cuarenta años después de la primera vez que lo hice”, comentó Watson que podrá jugar de nuevo en St. Andrews compitiendo por la victoria.
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