Crónica Golf - Todo el mundo del golf a tu alcance

Sun Young Yoo se lleva un Kraft Nabisco Championship de ida y vuelta

Tweet

Enrique Soto | 02 de abril de 2012

Como ante la escena de un asesinato, I.K. Kim, decimosegunda en el Rolex Ranking, se tapó la boca con su mano derecha y se quedó unos segundos en silencio, tratando de procesar lo que acaba de ocurrir. El dolor era compartido. Todo jugador, profesional o aficionado reunido ayer en Mission Hills contemplando aquel putt sintió dolor al ver cómo la bola de la surcoreana, a menos de un metro de distancia del agujero, no entraba en el hoyo.

No era un putt rutinario. Era el necesario para ganar el Kraft Nabisco Championship, primer major del año, y lo había fallado. La pesadilla de todo golfista hecha realidad. Unos minutos después estaba jugando un playoff ante su compatriota Sun Young Yoo, que veía como la oportunidad de ganar un torneo que creía perdido cobraba vida de nuevo. La primera llegaba pensando en aquel putt de menos de un metro; la segunda solo pensaba en ganar, sin importar el qué. Y así lo hizo.

Yoo ganó con un putt de los que se sueñan. Algo más de cinco metros con una caída pronunciada en el primer hoyo de desempate. Era la merecida ganadora del torneo pero, incluso viéndola saltar al lago del hoyo 18 mientras celebraba la victoria, los aficionados seguían pensando en Kim. “La jugué recta pero en realidad cayó hacia la derecha, incluso ese putt corto”, declaraba al finalizar. “No tuve suerte en el 18, pero… Me siento bien por mi juego. Está mejorando. En el playoff, era difícil concentrarse en qué estaba sucediendo porque todavía estaba algo afectada por lo que pasó en el 18”.

Muchas veces los golfistas profesionales hacen el tipo de declaraciones ante los medios que ellos mismos necesitan oír. Kim declaraba que el golf era así, y que del mismo modo en que te quitaba era capaz de devolverte en otra ocasión pero decidía obviar lo evidente, las palabras más duras: “Has tirado el torneo”. El proceso de recuperación ahora se antoja complicado y a largo plazo pero tiene un antecedente perfecto en el que fijarse: Rory McIlroy también perdió en Augusta hace ahora un año y meses después ganó el U.S. Open; este año llegó al número uno del mundo. Y lo que es más importante, ahora el norirlandés es mejor jugador. Kim ha estado a punto de conseguir el sueño de toda jugadora profesional, el primer major, y justo cuando estaba a punto de conseguirlo se abre ante ella uno casi igual de complicado: superar la derrota.

Hay otras dos jugadoras que ayer perdieron en Mission Hills. La primera, Hee Kyung Seo, que llegaba al tee del hoyo 15 como líder destacada con -11. Su caída pasó más desapercibida que la de Kim, pero fue igual de dura, ya que acababa el torneo con cuatro bogeys consecutivos. La segunda gran perdedora se llama Yani Tseng, la número uno del mundo, ya que todo el mundo pensaba que iba a ganar el Kraft Nabisco antes de que se disputara. Es más, todo el mundo esperaba que conseguiría el triunfo al comienzo de la última jornada. Dos victorias seguidas, tres en sus últimos cuatro torneos, seis en sus últimos doce y empatada en el liderato en la última vuelta del primer major del año. El guión parecía el mismo que el de las últimas ocasiones y la lucha de Yani se inclinaba más hacia la historia que hacia el domingo.

Tiene 24 años y ha ganado quince veces en el LPGA Tour, cinco grandes incluidos. Está cerca de cumplir todos los requisitos para entrar en el Salón de la Fama y el sábado por la noche estuvo a punto de ser declarada ganadora por aclamación del que sería su sexto major: la jugadora más joven en conseguirlo, incluso por delante de un tal Tiger Woods. Ayer Yani se descolgó a primeras de cambio ante el empuje de las surcoreanas, pero en el hoyo 18, después del increíble fallo de Kim, se abrió una inesperada ventana. Aun así, Tseng fallaba su putt de birdie decisivo, el último día, y el torneo pareció entrar en el caos. Ya no había orden, armonía ni razón alrededor del golf porque la jugadora capaz de ganar por aplastamiento todos los torneos que disputa firmaba una vuelta sobre par en el torneo que más quería ganar. Stacy Lewis, que defendió el título logrado el pasado año con un meritorio cuarto puesto, declaraba: “Creo que Yani tiene muchísima presión encima. Los medios básicamente le dieron el torneo y también lo hicieron el año pasado. Es mucha presión para cualquiera porque todavía tiene que salir ahí fuera y jugar un campo difícil. No puedo decir que estoy sorprendida. No me imagino a mí misma con esa presión”.

Por su parte, Tseng declaró: “Intento convertir la presión en motivación. No quiero pensar demasiado. Después de dos victorias todo el mundo se fija en ti, lo sé. Pero lo único en lo que me puedo concentrar es en mi juego”. Mientras Kim sentía la presión de la victoria a unos centímetros de conseguirla, Yani llevaba sufriendo esa misma intensidad durante todos los hoyos que jugaba en Mission Hills. Ser líder en su caso significaba todavía más presión. Al finalizar el torneo, sólo le quedaba decir: “Creo que estoy mejorando. Estaba feliz, sonriendo, disfrutando del público, del camino al hoyo 18. Todavía tuve una opción en el último hoyo y me siento feliz por ello”.

Ayer ocurrió lo inesperado y la noticia del día es: “Yani Tseng no ganó el Kraft Nabisco Championship”. Sin embargo, puede que sea más acertado decir: “Yani Tseng es hoy mejor jugadora”.

En cuanto a las españolas, Azahara Muñoz terminó en un meritorio decimoquinto puesto con un resultado de cuatro bajo par, mejorando notablemente su actuación del año pasado en Rancho Mirage. Son solo cinco golpes de diferencia con respecto a la ganadora y seguro que Azahara sabrá cuáles han sido sus errores a lo largo de estos cuatro días. Está muy cerca de las mejores y esta temporada tiene muchas ganas de demostrarlo. Beatriz Recari terminó con un resultado de un golpe bajo el par, en vigésimo sexta posición, tras entregar la tercera mejor tarjeta del día (-3). Meritorio torneo también de la navarra, que cumple con creces en el primer grande del año y cimenta su confianza para futuras citas. Ambas jugadoras lo tienen todo para ganar durante esta temporada.