Hugh Grant, Michael Douglas, Samuel L. Jackson o Bill Murray son algunas de las caras conocidas que repiten año tras año en el Alfred Dunhill Links Championship. Un torneo único, peculiar, diferente, que encuentra en las estrellas de cine un reclamo innecesario, pues su formato y los campos en los que se disputa —porque se juega en varios recorridos— se bastan para convertirlo en uno de los torneos más atractivos de la temporada, y no sólo por su compensación económica. St. Andrews (el Old Course, por supuesto), Carnoustie y Kingsbarns son reclamo más que suficiente.
Escocia no es solo el lugar donde se inventó el golf, sino el único lugar del mundo que aún hoy es santuario. Historia, tradición y riqueza, imposible pedir más. Muirfield, Gleneagles, Royal Troon, Loch Lomond, Prestwick, Turnberry, Gullane… una lista interminable dominada por un nombre, sólo uno: Saint Andrews, la cuna del golf. Aquí se inventó este deporte —pese a que en Muirfield no estén muy de acuerdo— y desde este lugar aún se rige su destino. «Único» es un término escaso para este lugar, igual que se queda corto para el campeonato que se disputa en su Old Course desde 1985 de forma consecutiva.
Primero fue la Alfred Dunhill Cup, un torneo curioso, con equipos de tres miembros en el que a España no le fue nada mal. Olazábal, Jiménea y Martín lo ganaron en 1999, y Olazábal, Jiménez y García lo consiguieron en 2000. Fueron los nuestros los últimos ganadores de una competición que desapareció en el año 2000, cuando los World Golf Championship incluyeron la Copa del Mundo por parejas en sus cuatro campeonatos anuales. Una relación de 15 años entre St. Andrews y Alfred Dunhill no podía terminar de forma tan abrupta.
Por eso, el Alfred Dunhill Links Championship tomó el relevo en 2001. Una ronda en Carnoustie, otra en Kingsbarns y dos más en St. Andrews. Un formato único que en realidad encuentra su peculiaridad en la competición en sí misma, pues los famosos escapan al Pro-Am previo al torneo y comparten torneo con los profesionales, también enfrascados en su habitual competición valedera para la orden de mérito del European Tour. Ahí entran las estrellas de cine, aunque en las últimas ediciones los ganadores hayan sido nombres menos conocidos para el gran público como el de Ernesto Bertarelli, dueño de una de las farmacéuticas más importantes del mundo y del sindicato Alinghi, barco campeón de la Copa América de vela en 2007, o el locutor radiofónico Chris Evans, quien fue vetado en el torneo tras su victoria junto a Nick Dougherty presuntamente por mentir sobre su hándicap.
La estructura del torneo replica la del AT&T National Pro-Am que se disputa en los campos de la californiana península de Monterrey desde 1937 (sólo dejó de jugarse durante los años de la Segunda Guerra Mundial), aunque esta copia ha calado hondo en Europa y no solo por su gran dotación económica, sino por ser el único torneo que se disputa anualmente en St. Andrews, algo que ni siquiera el British Open puede decir. Y eso ya es mucho.
Alfredo Calle, autor de este texto, lleva toda la vida vinculado al mundo del golf y en su faceta de emprendedor acaba de poner en marcha Golf Dest, un club de golf virtual donde encontraréis descripciones de campos, fotos espectaculares, noticias de destinos, ofertas, torneos, circuitos amateur… y todo ello con unos precios muy especiales para todos sus integrantes. Mientras ultiman su página web, podéis encontrarlos en Facebook y Twitter.
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