Es el campeón defensor del título del Emirates Australian Open y ya tiene el primer puesto a tiro: es Jordan Spieth, número uno del mundo y principal favorito en el exigente The Australian Golf Club, complicado una vez más por la influencia del viento. De momento, el estadounidense es tercero después de firmar un gran 68 en el segundo parcial y está a cuatro golpes de su buen amigo Matt Jones.
Jones, ganador en Houston el año pasado, es el único jugador que ha bajado de 70 golpes los dos días y mantiene tres impactos de ventaja sobre su compatriota Todd Sinnott y cuatro con respecto a Nicolas Colsaerts, autor de un 66 que suponía la mejor vuelta del día después de su 73 inicial. La diferencia, el tino en los greens especialmente en las distancias más cortas, un tramo que se le suele atragantar al espigado bombardero belga.
Pese al buen resultado, Spieth no se mostraba del todo satisfecho con su tarjeta. «Los vientos cruzados nos han tenido jugando a las adivinanzas con los palos y hemos acertado menos del 50% de las veces», declaraba el estadounidense. «Ha sido frustrante porque le he pegado muy bien a la bola y ha sido una vuelta en la que podía haher hecho seis o siete bajo par».
El año pasado Jordan Spieth ya asombró al conseguir un excelso 63 en la última vuelta en condiciones de viento extremo, y parece que el texano poco a poco le va cogiendo el aire, nunca mejor dicho, al torneo.
También hay que destacar la segunda vuelta de Darren Clarke, el capitán europeo de la Ryder, cuyo 67 mejoraba el siete impactos su primera tarjeta y le permitía ascender a una decimocuarta plaza que comparte con Bryson DeChambeau, campeón individual de la NCAA, y Lee Westwood, entre otros.
Peor le fue a Adam Scott, que descendía a una concurrida trigésimo cuarta plaza a causa de su 73.
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