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Sergio y Rory reeditan su duelo del Open en el Bridgestone Invitational

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Óscar Díaz | 03 de agosto de 2014

Han pasado apenas quince días desde que Rory McIlroy se impusiera con brillantez en el Open Championship y Sergio García finalizara dando una lección de talento y pundonor en Royal Liverpool, pero el bueno juego de ambos ha vuelto a unir sus destinos en otra cita de campanillas, un Bridgestone Invitational habitualmente dominado por un desaparecido Tiger Woods y que este año parece que volverá a convertirse en una prueba más del cambio de tercio en la jerarquía del golf mundial.

En este caso se vuelven las tornas. Es Sergio García el dominador (actualmente lidera el torneo con -14 y tres golpes de ventaja) y Rory McIlroy el perseguidor, pero esta vez saldrán en el mismo partido y no podrán escapar a la vigilancia de su principal rival. Ni remontadas subrepticias ni fugas del primer clasificado. Tendrán que darlo todo en un duelo con tintes de match-play, aunque harían mal en perder de vista a las posibles sorpresas con ganas de replicar el espectacular 61 de la segunda vuelta de Sergio. Adam Scott, por ejemplo, es cuarto a seis golpes del español y ya en la tercera vuelta ha firmado la mejor tarjeta del día, un 65 que sirve para meterse en la pelea por el torneo y dejar claro que se resiste a dejar el número 1 del mundo en manos del norirlandés McIlroy (que lo conseguiría si gana el torneo y el australiano no está entre los cinco mejores).

Volviendo al juego, en un día nublado y con una leve brisa, Sergio García empezaba rebosante de confianza y con tres birdies en los seis primeros hoyos, una auténtica declaración de intenciones y una continuación hasta cierto punto inesperada de la gesta del día anterior. Siempre es complicado mantener el nivel cuando se roza la perfección, pero el de Borriol empezaba pegando primero y amedrentando a sus rivales.

Posteriormente, el español mantenía su buen tono mientras algunos rivales directos flaqueaban, pero en el 14 llegaba su primer bogey en 46 hoyos y poco después llegaba una suspensión por tormenta que demoraba tres horas el final de la jornada. Después, McIlroy pisaba el acelerador en el tramo final como el viernes, con dos birdies consecutivos en el 17 y el 18 que le acercaban a solo tres golpes de Sergio (aunque en el parcial del día solo le hubiera recortado un único impacto) y el español salvaba un par de situaciones complicadas (especialmente la del hoyo 18) para acabar con un gran 67.

García tiene claro quién es su principal rival y, después de lo ocurrido en Hoylake no le faltan ganas de afrontar el desafío.

«Evidentemente, Rory está jugando fenomenal y nos llevamos muy bien. Creo que los dos estamos emocionados. Vamos a ir a por todas. Será estupendo ver si consigo hacer lo mismo que él me hizo hace un par de semanas», declaraba el español al final de su vuelta.

Hablamos de reediciones de duelos, pero quien no tiene ninguna opción de reeditar su título es Tiger Woods, que anotó un único birdie en todo el día y finalizó con un 72 (+2) que le mantiene a quince golpes de Sergio García.

Con respecto a los españoles, Miguel Ángel Jiménez contenía daños en la fase final de un día muy complicado y con dos birdies en los cuatro últimos hoyos acababa con 72 en el día y al par en el acumulado, en la trigésimo segunda plaza. Por su parte, Gonzalo Fernández-Castaño realizaba un espectacular esfuerzo para acabar con un 67 que se antoja escasísimo para el gran juego desplegado. Un doble bogey en el último hoyo reducía notablemente su recompensa, pero este 67 sigue siendo su mejor resultado en el Firestone Country Club y le ha permitido escalar quince plazas en la clasificación y mirar hacia arriba en la última jornada. Por último, un Pablo Larrazábal lastrado por una tendinitis en la mano izquierda terminada con un abultado 77 que le mantiene en la sexagésimo novena posición.

Resultados completos