Que Sergio García pasa por un buen momento de forma no es ninguna novedad. Las luces comenzaron a encenderse en el Deutsche Bank Championship, a comienzos de septiembre, donde finalizó cuarto. Dos últimas buenas pruebas de la FedEx Cup, entre los veinte primeros, desembocaron en otra cuarta posición en el HSBC Champions, ya con la temporada prácticamente finalizada. El año había empezado muy bien, consistente, y tras afrontar dificultades ajenas a los campos de golf, el castellonense parecía volver al punto original, en el que luchaba por el triunfo cada semana.
Esas sensaciones agradables estuvieron a punto de cobrarse su primera víctima en uno de sus torneos fetiche, el Nedbank Golf Challenge (antes llamado Torneo del Millón de Dólares). Tras cuatro jornadas, solo un inspiradísimo Thomas Björn le privó de levantar su primer trofeo de la temporada. En sus últimos seis eventos firmaba seis top 20, con cuatro top 10 incluidos. Cuando un jugador como él camina a esas alturas, llegar a la cima es solo una cuestión de tiempo; seguir al mismo ritmo y esperar ver un día a todos por debajo. Esa semana puede llegar a ser ésta, en la que disputa el último campeonato antes de descansar de cara al 2014.
A veces, para ganar, es necesario algo más que un golf consistente. Al ritmo de birdies que se están viendo en el Amata Spring Country Club cualquier cosa vale para subir un peldaño en la tabla, ya sea una sacada de bunker que entra en el hoyo en su última vuelta o un par de putts largos que terminan del mismo modo. Lo dicen muchos jugadores antes de levantar un trofeo: “Sabía que era mi semana”, por esta clase de ayudas invisibles que en ocasiones regala un campo. Hoy, Sergio, tuvo la suya. Fue en el octavo hoyo de su vuelta, un par 3 de 180 metros. Él lo vivió así: “Vi la bola botar en la parte derecha de green y empezar a rodar. Estaba pidiendo que fuera dentro y pensé que, probablemente, iba a terminar muy cerca. Le pedíamos que se metiera y de repente todo el mundo dijo ‘¡wow!’, cuando dejamos de verla. Fue genial ver cómo sucedía”.
Fue el tercer hoyo en uno de su carrera en un torneo profesional y, gracias a otros cinco birdies, le sirvió para entregar una tarjeta de 65 impactos, alcanzando el menos once en la clasificación. “Siento que he jugado bien estos dos días”, continuó. “He pegado a la bola muy bien. Probablemente no haya metido tantos putts, pero pegando drives buenos y cogiendo muchos greenes, con un juego corto fiable, me siento en general muy contento. Todavía quedan dos días y obviamente necesitaré seguir así, como estos dos primeros”. Ese hierro 6 le sirvió para alcanzar a Justin Rose en la tabla, que entregó un 68 para llegar también al menos once. Alex Cejka, líder de la jornada anterior, firmó un 71 y es tercero, empatado en el menos nueve con Anirban Lahiri (64) y Alexander Levy (65).
El ritmo de aciertos, como se esperaba, está siendo frenético y poco debería cambiar de cara al fin de semana. Rickie Fowler, desde el menos ocho, o Aphibarnrat, Dodt, Singh o el todopoderoso Stenson, desde el menos siete, también contarán con oportunidades de triunfar. Carlos Pigem consiguió pasar el corte por la mínima, con más uno, mientras que Javi Colomo se despidió del torneo con un consistente 70.
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