Dos partidos lleva disputados Sergio García en la edición 2014 del Accenture Match Play Championship, dos triunfos en su haber y dos maneras radicalmente distintas de despachar sus compromisos. Independientemente de las circunstancias, la mayoría positivas, el español se convertía en el primer jugador en acceder a la tercera ronda de este campeonato del mundo gracias a su victoria por 3&1 ante el estadounidense Bill Haas.
Si en su primer partido Sergio sufrir cuando Marc Leishman estuvo más acertado y dio la vuelta al marcador en el momento decisivo para rematar en la «muerte poco súbita» de los hoyos adicionales en un duelo que se prolongó hasta el 22, el de Borriol se mostró mucho más contundente en su segundo partido ante un Haas que venía de desembarazarse sin problemas de Miguel Ángel Jiménez pese a sus malos antecedentes en esta modalidad de juego.
Sergio cometía un par de errores en los hoyos 6 y 7 que le dejaban dos hoyos por debajo, pero mantenía su presencia de ánimo y tiraba de recursos para recortar diferencias con un espectacular eagle en el 8, anticipo de la avalancha de buen juego que el español se reservaba para la segunda mitad de la vuelta.
Certero desde el tee de salida, preciso con los hierros y sin dudas con el putter, García iba minando poco a poco la resistencia de Haas y remataba con dos «puñaladas» en los hoyos 16 y 17 para cerrar un partido de carácter amable (Haas y García son buenos amigos) que casi siempre controló
Lo mejor, al margen de la victoria, es ese aura de invulnerabilidad que sigue rodeando al castellonense, esa tranquilidad que se traduce en aplomo cuando toca enfrentarse a putts decisivos o a salidas comprometidas, esa paz del que se sabe en buena forma y que complementa con un juego casi impecable.
Aun así, García es consciente de la dificultad de la tarea que afronta en un torneo tan traicionero como el Accenture Match Play Championship, y la nómina de rivales cualificados que tiene ante sí mueve a la prudencia, pero las sensaciones que transmite invitan al optimismo.
De momento, es el primer miembro del European Tour, y el primer aspirante a la Ryder Cup, que pasa a la tercera ronda, un cruce en el que tendrá que enfrentarse al estadounidense Rickie Fowler (que ganaba poco después a la sorpresa de este año, su compatriota Jimmy Walker) en un enfrentamiento con sabor escocés. El español tendrá la oportunidad de vengar a Ian Poulter, víctima ilustre del joven jugador estadounidense en primera ronda, y así «restaurar» parte del honor europeo en uno de los partidos más atractivos de la tercera jornada.
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