Que Sergio García ha pasado gran parte de los dos últimos años de su carrera sumergido en dudas es un hecho. Que han sido los más difíciles de su carrera, también. Sus resultados hablan por sí mismos. Los últimos torneos del 2011 nos dejaban entrever la luz y el camino que el castellonense debía seguir; al fin y al cabo, muy pocos elegidos son capaces de ganar dos torneos consecutivos en el Circuito Europeo. Parecía que había retomado el control y el equilibrio, que la cadena estaba bien sujeta, que el futuro se antojaba brillante.
Tan solo unos meses después, ya en esta temporada, el Sergio que vimos a finales de 2011 es el mismo que el que compitió en el Cadillac Championship esta semana. Quizá no sea el que esperábamos después de verle sacar el puño en el hoyo 18 de Valderrama, pero sigue estando ahí. Sus primeros nueve hoyos del jueves lo dejaban claro: seis birdies y un bogey, 31 golpes. Lo que vino después es complicado de explicar.
Sergio perdió el control de su vuelta. A pesar de pegar buenos golpes la bola no terminaba donde él planeaba y los buenos swings se vieron traducidos en bogeys, probablemente la parte más difícil de digerir en este complejo deporte. Decir que solo le sucede a él sería una dramatización de una situación muy común, tanto como tirar un buen putt y que la bola no caiga donde se pretendía. Aquellos segundos nueve hoyos en Doral, donde la mayoría de jugadores también falló, terminaron con un birdie, seis bogeys y un triple bogey en el hoyo 18. Sus dos años de penitencia por los campos de golf se resumían en una sola ronda: 31 golpes en los nueve primeros, 44 en los segundos.
Sus dos siguiente vueltas pueden verse como un intento de estabilización, un camino para volver a la normalidad. A sus 74 golpes el segundo día les siguieron 68 en otra esperanzadora tercera vuelta. Lejos parecían ya los 44 impactos del jueves y la maquinaria comenzaba a carburar, a alternar pares con birdies y a ver a Sergio como nos gusta: enchufado, con rumbo fijo cual locomotora de tee a green. Entonces, el último día y después de conseguir un eagle en su primer hoyo, llegó el hoyo 3, el pequeño Blue Monster de Doral y el segundo más difícil después de su hermano mayor. Aquello se convirtió en la escena de un crimen después de que enviara cuatro bolas seguidas al agua. Doce golpes. Ocho sobre el par en un solo hoyo.
Sería sencillo decir que Sergio tiene una mentalidad débil, pero no puede ser más inexacto. Después de aquellos doce golpes consiguió cinco birdies más en un día en que los resultados fueron discretos en general y en el que Justin Rose ganó sólo con 70 (dos bajo el par). Un jugador con un carácter frágil no pelea así cuando poco tiene que ganar. Decir que Sergio no es un jugador sólido después de fastidiar dos buenas vueltas también es inexacto y a los datos hay que remitirse: es el único jugador del siglo XXI que ha jugado todos los majors hasta la fecha. Decir que patea mal es simplemente falso: número uno esta semana en putts por green en regulación y sexto en golpes ganados con el putter.
Él ya lo dijo después de ganar en Castellón y Valderrama: “Sigo siendo el mismo jugador”, algo que no ha cambiado. Por alguna razón, seguimos esperando que todo su talento se transforme en victorias semana sí y semana también, y que lleguen los majors y los días antológicos. A pesar de que todos sabemos que no es “el Niño” que los medios propusieron como rival a un joven Tiger Woods, de algún modo seguimos esperando que llegue a lo más alto. La realidad, sin embargo, nos certifica que Sergio sale cada semana a competir lo mejor que puede; con sus limitaciones y con su descomunal talento a los hombros. No tiene una mentalidad débil, ni un carácter frágil y es evidente que no es mal pateador. Puede que sea el momento de aceptar que no va a ganar cada semana y que los top 10 son muy buenos resultados en el golf, un deporte donde lo más habitual es perder.
4 comentarios a “Sergio García: dos años resumidos en un torneo”
[…] Publicado en Crónica Golf Compártelo:TwitterFacebookMe gusta:Me gustaSé el primero en decir que te gusta esta post. Publicado: 13/03/2012 Filed Under: Sin categoría Etiquetas: cadillac championship : Doral Golf Resort : sergio garcía : tiger woods : TPC Blue Monster […]
Comparto el artículo plenamente, sólo me pregunto una cosa ¿qué se le pasó por la cabeza para tirar 4 bolas seguidas al agua? Me imagino que le daría lo mismo quedar el 47 que el 65, pero no tiene explicación.
Opino como tu Enrique, comparto contigo y me ha gustado mucho el árticulo, pero estoy con Juan Rubio en lo que respecta a las 4 bolas al agua, me parece extraño, que no cambiara de golpe.
De acuerdo con el articulo pero, Sergio, ¿qué pasó por tu cabeza el domingo…?
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