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Scott Jamieson roza el número mágico

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Enrique Soto | 12 de octubre de 2013

Había ganado el primero torneo de la temporada del Circuito Europeo y a punto estuvo de conseguir el tercero un mes después. Scott Jamieson comenzó fulminante la temporada, clavando los tiros a bandera y embocando esos putts que convierten las buenas vueltas en memorables. A partir de ahí, sin embargo, su juego se fue diluyendo. Solo un top 10 en siete meses es el registro que guardaba antes de pisar esta semana el Oceânico Victoria, la última prueba que jugará antes de comenzar las Finals Series. El año había sido exitoso y no había presión alguna. El terreno estaba abonado para liberar todo su potencial.

Alvaro Quirós había comentado al finalizar la segunda jornada que esperaba que alguno de los líderes lanzara un fuerte ataque en el llamado día del movimiento, la antesala de la verdadera lucha por el triunfo. No fue ninguno de los tres primeros clasificados, sino Jamieson, hundido en mitad de la tabla. Eso sí, no se trató de una buena ronda, sin más. Par al 1, birdie al 2 y par al 3 fueron sus primeros resultados. El resto fue un festival de aciertos que le llevó a situarse con menos nueve en tan solo once hoyos. No había una bandera suficientemente esquinada como para que no encontrara una vía de acceso, pero sobre todo, el escocés dio una exhibición en los greenes más típica de Inbee Park, que acostumbra a convertirlos en aspiradoras, que del vigésimo séptimo clasificado en la Race to Dubai.

De nuevo birdie en el 13, menos diez. Le harían falta tres aciertos en lo que restaba de vuelta para tocar el número mágico, el 59, por primera vez en la historia del circuito. Diecisiete hombres lo habían tenido en la mano antes, pero ninguno lo había concretado. En el 15, Scott pareció hundirse un poco ante estas expectativas. Un approach pesado que apenas avanzó unos metros le obligó a salvar el par de nuevo en los greenes. En el tee del 16 no parecía ir a conseguirlo, ya que seguía necesitando de tres birdies; demasiado como para ser real. Pero aquí fue donde verdaderamente una buena vuelta se transformó en una memorable: Jamieson encadenó dos birdies y se plantó en el green del 18 con un pequeño chip para hacerse eterno. La bola rozó el agujero, pero no entró.

“No podía haber jugado el 18 mejor”, declaró. “Pegué un gran golpe que botó antes de la bandera y se marchó al borde del green. Y el chip fue… ¡Menudo chip! Cuando hice birdie en el 13 le dije a Richard (su caddie): ‘Unos birdies más y podemos entrar en la historia’. Estaba muy nervioso”. Su 60 (menos once) le sirvió para subir cincuenta puestos en la tabla y situarse segundo con un acumulado de menos catorce, empatado junto a Simon Thornton, Jamie Donaldson y Hennie Otto. Solo un hombre consiguió superarle.

Se trata de Paul Waring, el más consistente en lo que llevamos de torneo. Sus 67 impactos (menos cuatros) quedan lejos de los 60 de Jamieson, pero si tenemos en cuenta que solo ha cometido dos bogeys en tres jornadas no se hace difícil explicar por qué está arriba. El inglés está jugando a un gran nivel, en busca de su primera victoria en el circuito, dispuesto a transformar los tres top 10 que ha sumado esta temporada en algo más grande.

Dos españoles prometen ponérselo difícil en los últimos 18 hoyos. Álvaro Quirós (68) y Pablo Larrazábal (64) se han situado sextos con menos trece y están a solo tres del liderato, una distancia que puede desvanecerse fácilmente con la tensión de un primerizo en la cabeza. José Manuel Lara, enrabietado por mantenerse una temporada más en la élite, firmó un 66 que le ha situado decimoprimero con menos once. De la Riva, Campillo, Cabrera-Bello y Cañizares son trigésimo primeros con menos siete; Gonzalo Fernández-Castaño es cuadragésimo con menos seis y Miguel Ángel Jiménez quincuagésimo sexto con menos cuatro.

Resultados completos