Leopard Creek no tiene secretos para un jugador que, en los dos últimos años, ha sumado 16 golpes de ventaja sobre su inmediato perseguidor en sus dos victorias consecutivas en el Alfred Dunhill Championship. Es el «horses for courses» (expresión hípica trasplantada a otros deportes) llevado al extremo, y es lo que sucede con Charl Schwartzel en este pintoresco y espectacular recorrido sudafricano, en el que ya suma tres títulos que acompaña con cuatro subcampeonatos.
No obstante, después de lo ocurrido la semana pasada en el South African Open Championship Schwartzel hacía bien en desconfiar de un Richard Finch que partía con dos golpes de desventaja y que se encontraba con un caramelo a primeras de cambio en una temporada recién iniciada, la posibilidad de luchar por un título del European Tour que le permitiera recuperar por la vía rápida su lugar en el circuito.
Aun así, el local templó y mandó, y no dejó que ni Finch ni sus otros rivales se acercaran a un liderato que poco a poco fue alejando de su alcance. Al final, cuatro golpes de margen sobre Finch y siete con respecto a Simon Dyson, que aguarda aún el veredicto sobre su infracción de reglas y que, mientras tanto, aprovecha el tiempo sumando euros y buenos resultados. Por delante, Schwartel imparable, sumando 62 hoyos sin un solo bogey.
«Siempre es estupendo conseguir una victoria y ganar confianza. Ha sido uno de esos años en los que he jugado bien pero no había conseguido victorias», explicaba el campeón. «Aún me quedan dos torneos y la semana pasada jugué igual de bien que esta. Se nota que estoy jugando bien y me gustaría ver si soy capaz de seguir así».
De los tres españoles que superaron el corte, ninguno tuvo su mejor día en la jornada de cierre y el mejor fue Alejandro Cañizares, vigésimo cuarto. Carlos del Moral sufrió tres duros golpes en forma de dobles bogeys y acabó vigésimo noveno y Jorge Campillo terminaba en la cuadragésimo cuarta plaza.
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