Zona Pro
Sadena Parks rompe otra barrera en el Symetra Tour
Redacción | 29 de julio de 2014
El Symetra Tour es la segunda división del golf femenino estadounidense, un banco de pruebas para las jugadoras más jóvenes pero, sobre todo, la puerta de entrada para el LPGA Tour, el circuito profesional femenino por excelencia. El domingo pasado en Albany, New York, durante el último día de competición de uno del SEFCU Championship at Capital Hills, Sadena Parks firmó una estratosférica vuelta de 62 golpes (-9) que le permitió levantar los siete golpes de desventaja que tenía con respecto a Min Lee antes de comenzar el día, y conseguir su primer triunfo en el circuito.
La cuestión no es que una remontada de esa categoría en un circuito satélite alcance el rango de noticia, sino que la protagonista de esta historia es la segunda jugadora afroamericana que consigue ganar un torneo en el Symetra Tour en sus 34 años de historia. Hay que remontarse a 1998, cuando LaRee Sugg se impuso en el Aurora Health Care FUTURES Classic, para encontrar a la pionera en estas lides.
Después de esta victoria, Parks se encuentra en la sexta posición de la orden de mérito del circuito con otros seis torneos por jugarse, con lo que tiene muchas opciones de conseguir la tarjeta para la LPGA Tour. Si esto sucediera, la joven de veinticuatro años se convertiría en la quinta jugadora afroamericana en conseguirlo.
En 1956, Ann Gregory fue pionera entre las golfistas negras al jugar el US Women’s Amateur mientras que Althea Gibson, después de dejar su carrera tenística, se incorporó al LPGA Tour en 1963. Cuatro años más tarde la siguió Renee Powell y luego LaRee Sugg durante dos etapas, de 1995 a 1997 y del 2000 al 2001. Desde entonces, solo Shasta Averyhardt, en 2011, ha tenido tarjeta en el circuito (aunque parcial) y las apariciones puntuales como invitada de Cheyenne Woods han sido las únicas de jugadoras de raza negra en la primera división del golf femenino.
Sin embargo, parece que algo está cambiando. De entrada, Cheyenne Woods, la sobrina de Tiger, se impuso a principios de temporada en el Australian Ladies Masters del Ladies European Tour, y aunque de momento no tiene status de jugadora de pleno derecho en el circuito, su victoria y la relación de parentesco con Tiger le han otorgado visibilidad a su condición de mujer afroamericana y jugadora de golf de éxito.
Pero junto a Sadena Sparks y Cheyenne Woods, se espera que la futura irrupción de Mariah Stackhouse termine de poner a las jugadoras negras en boca de todos en el LPGA Tour. Stackhouse es un auténtico diamante en bruto que actualmente está en su segundo año en la universidad de Stanford, donde ya ha ganado cuatro torneos.
La jugadora estadounidense tiene un currículo espectacular de más de cien torneos amateurs ganados, incluido el Georgia Women’s Amateur que se adjudicó con 14 años, la jugadora más joven en llevarse el trofeo en sus 84 años de historia, además de ser la primera jugadora afroamericana en jugar la Curtis Cup (enfrentamiento bienal entre EE. UU. y Reino Unido e Irlanda) este junio pasado, donde no perdió ni uno de sus encuentros con dos victorias y dos empates.
Sparks, Woods y Stackhouse tienen en su mano convertirse en un ejemplo de éxito y, sobre todo, la mecha que prenda dentro de la comunidad afroamericana para que considere el golf en su vertiente femenina como un deporte en el que también se pueden romper todas las barreras raciales y ser protagonista, algo que ya logró Tiger Woods en el frente masculino.
Ojalá en pocos años estemos hablando de estas jugadoras por los éxitos logrados en los mejores circuitos mundiales y no por ser una excepción debido al color de su piel.
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