«Todo atleta crece soñando con emular a sus héroes. No muchos lo consiguen». Esta es la base de una emotiva pieza publicitaria que en la que Nike reúne a sus principales representados, Tiger Woods y Rory McIlroy, y que ha hecho pública aprovechando la semana del Masters de Augusta, uno de los principales reclamos de la temporada.
«Ripple», que literalmente significa «onda» pero también hace referencia al «efecto dominó», es el título de una pieza que nos habla de ídolos y búsquedas, de la inspiración de la grandeza y, por qué no, de relevos generacionales.
«De niño ya admiraba a Tiger. La primera vez que lo vi en televisión, me acuerdo de que me enamoró la energía que aportaba al deporte. Sus ganas de ganar, su determinación, su capacidad de lucha», declaraba McIlroy, que ya era capaz de pegar 35 metros con el drive con solo dos años.
El anuncio, que comienza con un McIlroy viendo cómo Woods gana su primer US Amateur en 1994 y termina con ambos compitiendo codo con codo, lo ha dirigido Steve Rogers y cuenta con Nuvole Bianche, una bella composición del italiano Ludovico Einaudi, como banda sonora.
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