Oscuro panorama para el número uno del mundo, que casi con toda probabilidad se perderá el Open Championship que se celebrará la semana que viene en el Old Course de St. Andrews. Según acaba de anunciar en su cuenta de Instagram, McIlroy ha sufrido una rotura total del ligamento peroneoastragalino posterior (también llamado talofibular posterior) en el tobillo izquierdo jugando una pachanga de fútbol con sus amigos el sábado y, aunque siguen evaluando el alcance de la lesión y ya ha comenzado la rehabilitación, los plazos de recuperación de esta lesión chocan frontalmente con la inmediatez del tercer major de la temporada.
Esta rotura de ligamentos equivale, en términos sencillos, a un esguince de tobillo de grado 3, para el que se suele pautar una recuperación de entre ocho y doce semanas dependiendo de la gravedad, plazos que podrían ajustarse aún más con tratamientos especiales. Pese a que Mclroy afirma que ya está trabajando para volver al campo de golf, habrá que ver cómo queda su calendario y queda claro que peligra su presencia en los dos majors que ganó el año pasado, el Open Championship y el PGA Championship.
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