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Zona Pro

Rafa camina tranquilo por los hoyos de Abu Dhabi

Enrique Soto | 17 de enero de 2014

Era el primer torneo del año y su primera ronda competitiva en cinco semanas, por lo que el 67 que entregó ayer en casa club Rafael Cabrera-Bello era tan solo eso, un buen comienzo, una genial forma de estrenarse. El golf, sin embargo, es un deporte de plazos largos, en los que el trabajo de ahora se reflejará probablemente en un futuro incierto. Más importante que su apertura de miras para el 2014 sería ver cómo jugaba desde el liderato, cómo respondía a una gran vuelta o cómo se comportaría ahora que los focos apuntaban a su swing. ¿El resultado? Rafa caminó tranquilo, silbando por los hoyos del Abu Dhabi Golf Club.

“Estoy jugando bien, pateando bien y poniendo la bola en juego, cogiendo las calles, por lo que me siento muy confiado”, declaró hoy al finalizar. Esa armonía en todas las áreas de su golf se reflejó en el resultado, un 68 que le mantiene en lo más alto de la tabla. La gran amenaza de este escenario, un rough largo, duro y cortado en sentido contrario al juego no fue un verdadero peligro para él, dueño y señor del destino de sus drives. Un par de birdies en sus nueve primeros hoyos y otros cuatro por los segundos le llegaron a situar en un acumulado de menos diez, lo que implicaba la primera posición en solitario. Un error en el 9 (su segundo en el día), sin embargo, le relegó a compartirlo con un inspiradísimo Craig Lee.

“En general estoy muy contento por cómo estoy jugando todos los palos de la bolsa”, añadió. “No hay mucho de lo que me pueda quejar ahora mismo”. Una palabras que encierran un estado: consistencia. Hasta en ocho ocasiones falló el green el grancanario, pero nunca lo suficiente como para meterse en problemas. Recuperó tres veces desde la arena y otras tres desde el rough para seguir mirando al gran objetivo que encara esta temporada: sumar la tercera victoria de su carrera en el Circuito Europeo. Ni siquiera ese error en su última prueba del día le supone un quebradero de cabeza ya que Rafa, entre todas sus virtudes, destaca por ser paciente, y no tiene miedo a crecer despacio.

Lee consiguió igualarle en el menos nueve tras un enorme despliegue con el putter en las manos, algo que el mismo explicó ante los micrófonos al terminar el día: “Mi hermano instaló un putting green en el jardín de mi casa a finales del año pasado y me ha ayudado mucho, ya que he podido practicar cada día”. Sus 67 impactos llegaron con siete birdies y dos errores, llegando a señalarle como una de las principales amenazas para el español. No será, sin embargo, la única de la que deba preocuparse. Danny Willet es tercero con menos ocho, mientras que Thomas Björn, Ricardo González y un tal Rory McIlroy se encuentran en la cuarta plaza con menos siete.

Sí, el chico de oro ha olvidado sus visitas a los despachos de abogados, los rumores que se cernían sobre su vida privada y las demandas pendientes con patrocinadores y antigua agencia de representación; McIlroy ya solo tiene que pensar en el deporte que un día llegó a dominar. Esto es lo que dijo de él Phil Mickelson, su compañero de partido y cuadragésimo tercero en la tabla: “Los nueve segundos hoyos fueron realmente impresionantes, nueve hoyos muy bonitos. Está pegando muy bien a la bola. Su juego parece muy afilado y su drive estuvo impecable”. Fue una vuelta de 67 impactos para Rory, que hasta tuvo tiempo para cometer un doble bogey por el camino. “Estar ahí con treinta yardas de ventaja en cada salida es genial”, declaró amenazante.

Pablo Larrazábal lucho sobremanera para jugar de nuevo bajo par, entregando una tarjeta con 70 golpes y habiendo cogido solo cuatro calles. Es décimo con menos cinco. Alejandro Cañizares es decimotercero con menos cuatro; Álvaro Quirós y Miguel Ángel Jiménez vigésimo segundos con menos tres; Nacho Elvira llegó hasta la trigésimo tercera posición con menos dos y José María Olazábal, Eduardo de la Riva, Jorge Campillo y un brillante Sergio García finalizaron al par, justo la cifra en que se marcó el corte. Especialmente meritoria es la vuelta del castellonense, que tuvo que lidiar con su lesión en el hombro, la posibilidad de una penalidad por arreglar un pique en el green y un rough cruel; nada propicio para recuperar la forma física.

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