Rafa Cabrera-Bello ha logrado el triunfo más importante de su carrera en el Omega Dubai Desert Classic tras protagonizar una última jornada estelar en la que ha vencido la resistencia, entre otros, de los números 2, 3 y 4 del mundo.
“Este es el salto de calidad que andaba buscando”, declaraba un exultante Cabrera-Bello en la ceremonia de entrega del voluminoso trofeo que le acredita como campeón del torneo que cierra la gira del desierto del European Tour, un título que le catapulta al top 60 del ranking mundial y le otorga el pasaporte para el Accenture Match Play Championship que se jugará dentro de 10 días en el desierto de Arizona.
Además, Rafa Cabrera-Bello consigue un espectacular triplete español en el Omega Dubai Desert Classic (tras los triunfos de Quirós 2011 y Jiménez en 2010) y se mete de lleno en la pelea por la Ryder Cup, un objetivo que hace no tanto parecía un sueño remoto e inalcanzable.
El grancanario ha exhibido un ritmo majestuoso cuando más tensa se volvía la situación en el recorrido Majlis del Emirates Golf Club, bien de tee a green y solventando de manera espectacular las dificultades que se le han presentado en momentos decisivos, como el problemón en el que se metió en el 16 desde la salida. Antes, dos magníficos birdies en los hoyos 11 y 12 y otro en el corto 17 que jugó de libro le permitieron llegar al último hoyo con un golpe de margen y a la expectativa.
Por detrás, Westwood ha estado soberbio de tee a green pero ha perdonando una y otra vez con el putter, mientras que Stephen Gallacher ejercía de tapado y se metía en la pelea gracias a un gran eagle en el 13.
Del resto de los aspirantes, Kaymer flaqueaba, McIlroy se veía lastrado por unos primeros nueve hoyos desangelados y un duro doble bogey en el 9, Coetzee acababa peleado con su putter y Siem se mostraba sólido pero terminaba cediendo, pese a sus esfuerzos para que su cabeza no le jugara malas pasadas como en otras ocasiones.
Al final, todo quedaba reducido a lo que ocurriera en el hoyo 18, un hoyo endurecido por el viento y que había rendido mucho menos que en jornadas anteriores. Cabrera-Bello sacaba el par después de irse al rough de salida y jugar corto de segundo golpe, mientras que Westwood y Gallacher no alcanzaban el green de dos pese a sus magníficas salidas.
El inglés cometía el primer error de bulto de la vuelta en el peor momento, quizá acechado por los fantasmas de su playoff perdido con Miguel Ángel Jiménez hace dos años, y tuvo que afrontar un putt largo para birdie después de que se le dispararan las manos en el chip del tercer golpe. Mientras tanto, Gallacher lo hacía mejor y se dejaba una opción de unos cuatro metros para igualar el resultado de -18 que Rafa Cabrera-Bello ya había entregado. Sin embargo, ni uno ni otro eran capaces de convertir sus ocasiones y dejaban el título y la aparatosa tetera que hace las veces de trofeo en manos de un maravillado Rafa Cabrera-Bello.
De este modo, Rafa Cabrera-Bello logra el segundo título de su carrera en el European Tour y es el quinto español que se adjudica este torneo (después de Ballesteros, Olazábal, Jimémez y Quirós), y además de jugar el Accenture Match Play también ha conseguido plaza en otros dos campeonatos del mundo, el Bridgestone Invitational y en el HSBC Champions.
Sin duda, un colofón merecido a una semana mágica en la que ha vencido a los mejores jugadores del mundo.
Con respecto al resto de los españoles, Nacho Garrido ha conseguido una de las mejores vueltas del día y ha acabado vigésimo octavo con -7, Álvaro Quirós ha sido trigésimo séptimo con -5, Pablo Larrazábal ha remontado hasta la cuadragésimo segunda plaza, Jorge Campillo ha terminado quincuagésimo primerio, Alejandro Cañizares, sexagésimo sexto, José Manuel Lara, septuagésimo tercero y Miguel Ángel Jiménez, septuagésimo noveno.
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