Fue muy difícil premiar al peor golpe del año entre los aficionados, pero igualmente complejo es en el caso de los profesionales. A pesar de que todos son muy, muy buenos, el catálogo de desastres que nos han dejado a lo largo de 2013 ha sido fantástico (si uno quiere reírse un rato, por supuesto). El golf no hace excepciones y, gracias a los candidatos al Premio Esoto, podemos recordar que estos es muy complicado, que no deberíamos presionarnos más de la cuenta.
Mucha atención, ya que aquí hay mucho talento acumulado:
1. Webb Simpson en The Players Championship. Ha ganado un US Open, pero no es la primera vez que le veis haciendo algo como lo que os mostramos a continuación. Webb se coloca a la bola, mira a bandera e inicia el backswing rápido y decidido. Apenas un segundo después, escucha el sonido maldito para los golfistas, algo hueco, vacío y muy doloroso. Shank.
2. Tiger Woods en Abu Dhabi. Era la temporada en que Tiger debía demostrar que estaba preparado de nuevo para ganar un grande. Tras vencer en tres ocasiones en el PGA Tour en 2012, acudió a Abu Dhabi para abrir su calendario competitivo, en lo que fueron dos jornadas de competición junto a su nuevo compañero en Nike Golf, Rory McIlroy. Este fue el primer golpe de Woods en competición en 2013. Por suerte para él, luego lo arregló. Ni el número uno está a salvo.
3. Chi Chi Rodriguez en The Big Break. El legendario matador de los campos de golf acudió a este programa de Golf Channel, en el que siempre se reta a los invitados a romper un panel de cristal con un golpe bajo y potente. Y Chi Chi, a pesar de ser todo un veterano, lo hizo a la perfección, aunque el resultado no fuera precisamente el que esperaba. De hecho, no me puedo imaginar un peor final para un golpe decente. Fue el peor golpe de su carrera, sin duda.
4. J.J. Regan en el Great Waterway Classic. Una situación similar a la de Chi Chi. J.J. Regan tenía que pegar un drive por encima de un pequeño muro, de tal modo que a través de la cámara pareciera que su bola salía disparada a través de un viejo cañón, situado cerca del campo que albergaba el torneo. Fue un golpe horrible, ya que cogió su bola algo limpia y… bueno. Auch.
5. Hunter Mahan en el Accenture Match Play Championship. Hunter llegó hasta las semifinales del Accenture jugando a un nivel altísimo: 22 birdies en sus últimos 46 hoyos. Estaba en el hoyo 5 con tanta confianza como para derrotar a su adversario con un parpadeo, pero algo inesperado ocurrió. Apenas un wedge en las manos, mitad de calle, bandera franca… A lo mejor se acordó de Webb.
6. Lee Westwood en The Players Championship. Mala suerte para Lee, que no estaba jugando demasiado mal en el diabólico diseño de Pete Dye. Su bola se quedó muy cerca de un árbol como para colocarse con su stance habitual y, a pesar de ensayar repetidas veces antes del golpe, el resultado fue desastroso: no le dio a la bola, firmó un golpe más en su tarjeta y además se hizo daño en el brazo. Si le hubiera pegado una patada habría salido mejor parado.
7. Brandon Crick en el US Open. No sabía si nominar este golpe para el mejor o el peor del año. El caso es que Carl Petterson se disponía a pegar su segundo golpe en el hoyo 5 de Merion cuando se vio interrumpido por algo inesperado: nada menos que la bola de Crick, que se desvió “ligeramente” saliendo por el tee del 2. La cara de Carl lo dice todo: “¿Qué es esto?”. El paseo de la vergüenza para Brandon, que al menos cogió calle.
Y el Premio Esoto para el Peor golpe del año entre los profesionales es para… ¡Chi Chi Rodriguez, por su enorme aportación al catálogo de lesiones que puede sufrir un golfista! Le hacemos entrega del trofeo, cortesía de Mike Belindo (ganador del Premio a la mejor banda sonora) y también le damos la enhorabuena al resto de candidatos. Esperemos que hayan olvidado estos episodios y que el año que viene lleguen con más confianza que nunca.
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