El PGA Merchandise Show es la cuna del material relacionado con el golf. Prácticamente todas las grandes marcas saben que si quieren hacerse un hueco en la industria necesitan estar presentes en Estados Unidos y desde allí, abrirse al mundo. Después de cincuenta y nueve ediciones, las ideas que se presentan en Florida no dejan de sorprender y este año las grandes novedades han ido enfocadas a campos tan dispares como la tecnología o el calzado.
La clave para triunfar es reinventarse. Desde los grandes fabricantes hasta los más modestos tienen claro que si quieren vender, necesitan crear una imagen que atrape la atención de los aficionados y hacerles entender que su juego mejorará con sus productos. El nivel de exigencia es máximo y la necesidad de presentar productos novedosos, una obligación.
Grabar el swing en video nunca ha sido tan fácil desde la aparición de los smartphones, que incluso cuentan con aplicaciones para analizar el movimiento. Sin embargo, tienen un problema: se necesita a otra persona. SwingShot cabe en cualquier bolsa, se sostiene por sí solo, es ideal para profesores y aficionados y supera a las cámaras apoyadas en un trípode conectadas a portátiles. Un concepto incluso más sencillo está detrás de Swingbyte, un pequeño dispositivo que se inserta en la varilla del palo y envía información a un iPad o smartphone. Y si de tamaños reducidos se trata, GolfBuddy Voice es una pequeña unidad de GPS que dicta la distancia que hay para cada golpe.
En los últimos años se han visto grandes progresos en todos aquello relacionado con el fitting y Swing Labs es el último grito. Después de unos pocos swings se puede averiguar si los palos que está utilizando el jugador se ajustan a su movimiento, dos elementos que no suelen coincidir. The Puttist es algo tan simple como innovador. En tan solo metro y medio se puede trabajar en el control de la distancia con el putter, en cualquier lugar, y es muy fácil de transportar.
Las grandes marcas no fallan al comienzo de cada año. Innovando el material o haciéndolo más atractivo al público, no fallan a la hora de presentar nuevos modelos. El RocketBallz de Taylor Made, los Nike VrS, el Ping i20 o Callaway con su RAZR Fit o los RAZR XF estuvieron disponibles el “Demo Day” para disfrute de los asistentes. El nivel que se marcan cada año estos fabricantes es alto y resulta muy complicado que en unos diez meses presenten algo rompedor, aunque en algunos casos lo consigan. De todas formas, las primeras marcas ofrecen muy buen material para cualquier aficionado y solo es necesario encontrar la combinación adecuada con la varilla y el swing.
Realmente interesante fue el sistema de clasificación de wedges llevado a cabo por SCORGolf, en el que es posible elegir en un abanico de veintiún grados exactos, desde 41 hasta 61. No resulta un concepto novedoso pero muestra una especialización en una parcela concreta del juego, y algo muy a tener en cuenta cuando se quiere mejorar cerca del green o cubrir más fácilmente las distancias. Edel Golf está especializado en putters y también wedges, concretamente en personalizarlos, y los resultados son muy atractivos.
United Golf es una marca inglesa muy poco conocida y, a falta de probar alguno de sus palos, se le puede dar un diez en la simplicidad y el diseño de los mismos. Hasta su página web refleja esta filosofía: venden drivers, hierros y wedges y prometen un producto de calidad. Un mensaje muy directo.
La revolución ha llegado al mundo del calzado especializado en el golf. Ecco y TRUE Linkswear nos decían hace un par de años que para mantenerse bien sujeto al suelo no era necesario vestir los modelos más clasicos del golf, muy similares a los de hace veinte años; es más, se podía usar el mismo calzado que el utilizado para hacer la compra, conducir o dar un paseo por la tarde. Se vendía frescura, originalidad y una imagen del golf alejada de los lujos. En sus modelos para este año siguen en la misma línea y mejoran en algunos aspectos, como la comodidad. Ya no solo se pueden hacer más cosas con los zapatos de golf sino que, además, es más cómodo hacerlas.
Adidas y Nike han captado el mensaje y se han subido al carro, presentando modelos actuales y otros más retro, mientras que una pequeña compañía llamada Barefoot BERBS promete la misma sensación que jugar descalzo (“barefoot” en inglés) y presenta también un diseño muy acorde. En el lado opuesto, y con la tradición y la calidad como estandartes, se encuentra un clásico americano: Allen Edmonds, que sigue ofreciendo lo mismo porque lo hace muy bien, y resulta perfecto para aquellos que prefieren un look más clásico.
En cuanto a la ropa se está imponiendo un diseño muy clásico, volviendo al tipo de vestimenta con la que pudimos ver a Gary Player, Jack Nicklaus o Arnold Palmer que, con su propia marca, Arnie, apuesta por modelos que en los sesenta eran habituales y ahora resultan atrevidos, sobre todo por la combinación de unos colores muy vivos. Hasta cuentan con los bolsillos donde se solían guardar los paquetes de cigarrillos (ahora se podría meter un móvil). Esta tendencia por el color no se queda en Arnie, sino que lo abanderan el naranja de Cobra/Puma y Rickie Fowler, que ha conseguido cambiar la imagen y prácticamente la mentalidad de una marca con su arrolladora juventud. Ralph Lauren y Greg Norman, unos clásicos de la industria, también han apostado por el impacto visual de colores muy básicos.
Abacus y Sligo representan un estilo más europeo, con una hechura mucho más ajustada al cuerpo y también con colores radiantes, casi fluorescentes, y que recuerdan a jugadores nórdicos con mechas que no fallan un green en regulación.
Aquí las novedades han seguido el mismo paso que los palos y la tendencia es clara: se presentan nuevos modelos especializados en un tipo de jugador. Así, se puede ver la nueva Velocity Ball de Titleist, a caballo entre la NXT y las DT SoLo para aquellos jugadores con velocidades de swing más bajas. Bridgestone es un especialista en este campo y cuenta con ocho tipos de bolas, siempre bien acompañadas de un fitting que determina la adecuada para cada swing.
Innovex ha supuesto una gran sorpresa. No tanto por el nivel de calidad, que ha llegado a compararse con la ProV1 de Titleist, sino por sus precios rompedores. Ahora hacerse con una buena bola no es tan caro. La V-Motion, su mejor modelo, tiene un precio de 32,95 dólares por docena.
Además de este gran artículo de Enrique Soto, os recordamos que la semana pasada Enrique Puente inició una serie de artículos sobre su visita al PGA Merchandise Show con su narración de lo acontecido en el demo day previo a la feria. Además, en este artículo sobre Travis Matthew, patrocinador de Bubba Watson, podéis colaros entre los bastidores de este auténtico espectáculo.
1 comentario a “PGA Merchandise Show: las últimas novedades en el golf”
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