El fin de semana pasado se celebró en el Club Zaudín Golf la final del Peugeot Tour 2010, decimosegunda edición del circuito nacional que concluyó con la gran victoria de Carlos del Moral y el triunfo final en la Orden de Mérito del madrileño Álvaro Salto.
Este magnífico “contenedor deportivo” procurado por Match Golf gracias al patrocinio de Peugeot es una oportunidad ideal para acercarse a los auténticos protagonistas y disfrutar de momentos únicos, confidencias a media voz, batallitas de todo tipo y condición, risas compartidas, crisis de fe pasajeras, ilusiones más o menos contenidas y, por encima de todo, mucho amor al golf.
El ambiente en el Peugeot Tour es especial: los jugadores se muestran tal como son y transmiten cercanía y familiaridad, la camaradería y la complicidad imperan (pese a las tensiones propias de la competición), y dondequiera que mires verás un brillo especial en la mirada de todos los implicados, incluso cuando pintan bastos.
Independientemente de lo ocurrido a lo largo de la temporada, los que aún tienen que afrontar los últimos compromisos (final del Circuito de Madrid, PQ2 y final de la escuela del European Tour, etc), te hablan de ellos ilusionados pese a lo maratoniano de estas dos semanas. Pese a ello, no escuchas ni una queja; la final de la escuela es el grial para todos los golfistas profesionales, el trámite imprescindible para acceder a una plaza del European Tour, objetivo que llevan persiguiendo todo el año.
Y los que por distintos motivos ya han dado carpetazo a la temporada con esta final del Peugeot ya andan planificando la temporada que viene y los pasos que tienen que dar para ir ascendiendo en el competitivo escalafón del golf nacional e internacional. Es hora de hacer balance y de plantearse objetivos futuros.
Solo en el Peugeot Tour se puede disfrutar simultáneamente de la humanidad desbordante de Juan Quirós, la simpática sobriedad de Txomin Hospital, la juventud ilusionada de Adrián Otaegui, la sencillez pese a los galones de Álvaro Salto, la pujanza de Carlos del Moral o Borja Etchart, la simpatía de Javi Colomo, la afabilidad de Íñigo Urquizu… y eso sin entrar en su calidad como golfistas. Tampoco quiero seguir dando nombres porque sería injusto dejarme a tantos otros que nos han dedicado unos minutos o nos han hecho disfrutar con su golf durante la competición, pero queda patente que el Peugeot Tour es una oportunidad única para que todo aficionado disfrute del golf de alto nivel y tenga más cerca que nunca a los mejores golfistas del país.
Tampoco podemos olvidarnos de la impecable labor del equipo de Match Golf ni del apoyo de Peugeot, sin cuya participación sería imposible sacar adelante este circuito nacional, base indispensable del golf español en esta época de marejada tanto en el plano económico como en el ámbito organizativo.
En resumidas cuentas: si el Peugeot Tour hace una parada cerca de vuestra casa, no dudéis un instante y acercaos a empaparos del ambiente y a disfrutar con lo más granado del golf nacional. Seguro que acabáis tan enganchados como nosotros.
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