Hace poco más de diez días, Tiger Woods declaraba en la rueda de prensa de la Bridgestone’s America Golf Cup que aún no podía poner fecha al inicio de su rehabilitación. Ahora sabemos por qué. El jugador estadounidense ha tenido que volver a pasar por el quirófano del doctor Charles Rich, el mismo que le ha operado la espalda las dos veces anteriores, a causa de unas molestias en la zona afectada. Por supuesto, los plazos se posponen sine die.
Si después de la operación del 16 de septiembre había quien pronosticaba un regreso de Tiger Woods para el primer tercio del año 2016, en el comunicado publicado en el sitio web del jugador se indica que no hay un calendario prefijado para su regreso al PGA Tour.
Aun así, Tiger Woods cumplirá con su labor de anfitrión en el Hero World Challenge de mediados de diciembre, algo que no podrá hacer este jueves en Houston, donde se inaugura su primer diseño en Estados Unidos.
Esta intervención es la tercera a la que se somete en la misma zona. La primera microdiscectomía tuvo lugar el 31 de marzo de 2014 y lo mantuvo tres meses y medio fuera de los campos de golf. Un año después, su decimoséptimo puesto en el Masters dio pábulo a ciertas esperanzas, pero desde el torneo de Augusta falló el corte en los otros tres majors y solo ha conseguido una décima plaza en el Wyndham Championship como resultado alentador.
Sin duda, la vulnerabilidad de su espalda y la pujanza de la nueva generación de jugadores hace que las sombras se ciernan sobre el futuro inmediato del gran dominador del golf mundial moderno durante las dos últimas décadas.
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