Era 2008 y tras una cuarta jornada de 77 golpes en el Masters de Augusta, Snedeker rompía a llorar en una de las imágenes más emotivas de los últimos años en el mundo del golf. Aquel domingo sus lágrimas hacían que se ganara el cariño y apoyo de muchos aficionados al golf cuando solo era una promesa con una solitaria victoria en el PGA Tour en su haber. A estas alturas de la temporada 2013, el americano es más que eso. Las casas de apuestas de Las Vegas ya le dan como el cuarto favorito a enfundarse la codiciada chaqueta verde. Y todo, gracias a un comienzo de año espectacular que ya ha sido culminado con su victoria de ayer en el AT&T Pebble Beach National Pro-am.
La prensa americana se refiere a él como «the hottest player in golf». Es el jugador de moda. El más en forma. Tal vez no sea un producto tan interesante para la mercadotecnia como Rory McIlroy o Tiger Woods pero sus últimos cinco meses están a la altura de muy pocos. En su currículum a corto plazo figuran su victoria en los playoffs de la FedEx Cup, su debut en la Ryder Cup y seis finales entre los tres primeros puestos en sus últimos nueve torneos.
Hubiera sido ciertamente frustrante no haber conseguido una victoria en estos primeros compases de temporada después de quedarse a las puertas en el Farmers Insurance y el Phoenix Open, pero con una última vuelta de 65 golpes (-7) en el idílico paraje de Pebble Beach, consiguió quitarse un peso de encima. La victoria ya ha llegado y su proyección es temible. «Estoy disfrutando mucho todo esto y espero aprovechar para conseguir el mejor año de mi carrera».
A falta de 18 hoyos, salía empatado en -12 junto al rookie James Hahn. Y ambos empezaban fuerte la última jornada, con Snedeker haciendo eagle al 2 y birdie al 4 y Hahn siguiéndole la estela con birdies en ambos hoyos. Sin embargo, éste último perdía fuelle con un bogey en el 5 del que no se recuperó hasta el hoyo 16, tarde ya teniendo en cuenta que a su lado estaba el mejor pateador del mundo. Así las cosas, Chris Kirk asumió el papel de mayor obstáculo para Snedeker.
Empezaba el día a un golpe del futuro ganador y presentaba su candidatura al título con birdies en cuatro de los primeros ocho hoyos del recorrido, pero ni esta buena racha fue capaz de acercarle a menos de dos golpes de Snedeker, precisamente la ventaja final con la que el jugador de moda ha conseguido encaramarse a la cuarta plaza del Ranking Mundial.
Su ventaja en la FedEx Cup son palabras mayores. Lidera de calle con 1.282 puntos, a 700 del segundo clasificado, Brian Gay y sus 582 puntos. En dólares, ya casi ha llegado a los 3.000.000. Números amplios que contrastan con el escaso margen por el que Fredik Jacobson va a quedarse fuera del World Golf Championships-Accenture Match Play Championship. Un birdie de Patrick Reed en el último hoyo supuso que ambos quedaran empatados en la séptima plaza en Pebble Beach. Con Mickelson fuera del primer Campeonato del Mundo por vacaciones familiares, los 65 primeros clasificaban para el evento y este empate relegó al sueco al 66º puesto, a tan solo 0.0002 puntos de Shane Lowry, (65º).
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