Crónica Golf - Todo el mundo del golf a tu alcance

Miguel Ángel Jiménez: «Mejor, imposible»

Tweet

Redacción | 27 de marzo de 2014

Miguel Ángel Jiménez felicita a Stephen Gallacher durante la primera jornada de la EurAsia Cup (foto cortesía del Asian Tour)

El apabullante comienzo del equipo europeo en la EurAsia Cup no deja mucho margen para las elucubraciones o las interpretaciones, y salvo sorpresa mayúscula esta primera edición del torneo queda encaminada a falta de lo que ocurra en las dos próximas jornadas. Huelga decir que Jiménez, que se «estrenaba con picadores» después de ocupar la vicecapitanía en numerosos certámenes por equipos, estaba más que satisfecho con el comienzo y podría ver reforzada su candidatura a llevar el timón en la Ryder gracias a su papel en Malasia.

El brillante papel de Jiménez y de sus pupilos (en especial de los españoles) quedó destacado en las ruedas de prensa posteriores, donde Jiménez anunció que mantendría a sus parejas para la jornada de foursomes del viernes.

«La verdad es que mejor, imposible. No hay mejor manera de dirigir a un equipo. Mañana seremos los mismos que hoy. No se puede pedir nada mejor que como hemos jugado y ahora toca relajarse y prepararse para mañana», explicaba el capitán. «No quiero cambiar nada de lo que funciona, aunque no se sabe qué pasará mañana».

La candidatura a la capitanía de la Ryder y la contundencia del resultado fueron otros dos temas inevitables en la rueda de prensa.

«Me encantaría ser capitán en la Ryder, y a final del año veremos quién va a ser el capitán y si propongo mi nombre para la próxima edición o para otra. Me encantaría, pero también me encantaría jugarla», indicaba el de Churriana. Con respecto a la diferencia en el resultado, Jiménez se mostraba agradablemente sorprendido.

«Es muy difícil lograr un 100% de efectividad. Hemos ganado todos los partidos y siempre esperas lo mejor de tus jugadores, pero las competiciones por equipos suelen estar muy igualadas. No sabemos qué pasará mañana, pero siempre se espera lo mejor del equipo y de los jugadores».

Jiménez estuvo muy acertado en su partido con Pablo Larrazábal contra los tailandeses Jaidee y Aphibarnrat, dando un magnífico ejemplo a sus pupilos.

«No creo que nadie haya hecho menos golpes que yo. He hecho tres birdies y dos eagles. A lo mejor hemos llegado a -10. En juego por golpes iría líder», bromeaba el capitán, que también insistía en la importancia de la experiencia. «Llevo 26 años en el circuito y he jugado en muchas otras copas y equipos, pero lo principal es ser paciente».

Pablo Larrazábal disfrutó en directo de la exhibición de su compañero de equipo y supo complementarlo en el momento adecuado.

«Me lo ha puesto fácil. Solo he tenido que trabajar en tres o cuatro hoyos. Ha estado fantástico y ha hecho, no sé, -8 o algo así. Ha jugado de manera impresionante», declaraba el barcelonés. «Yo intenté estar cuando me necesitaba para intentar ayudarle, pero fue el mejor del partido.

Por su parte, Gonzalo Fernández-Castaño firmaba junto a Stephen Gallacher la victoria europea más contundente (4&3) contra los indios Gaganjeet Bhullar y Anirban Lahiri.

«No se puede mejorar. Creo que íbamos -6 después de seis hoyos y quizá el punto de inflexión fue el 10, cuando tuvieron la oportunidad de ponerse a uno de distancia pero fallaron el putt y luego nosotros rematamos el partido. Creo que los dos jugamos muy bien», narraba el jugador de Puerta de Hierro. «Creo que el marcador y el resultado no muestra lo igualado que estuvo el partido. Como ya he dicho, empezamos con -6 después de seis hoyos y pese a todo solo íbamos cuatro arriba. Ellos tuvieron oportunidades en los hoyos 8, 9 y 10, pero por suerte para nosotros hicimos birdie en el 11 y el 12. Conseguimos muchos birdies y siempre está bien hacer -9 en 14 hoyos».

El triunfo se cimentó en un comienzo soñado, con un eagle desde la calle para el madrileño que repasaba en la rueda de prensa.

«Me había quedado solo porque Stephen estaba a 260 yardas y estaba bloqueado, con lo que tuvo que chipear a calle. La bandera en el primer hoyo estaba en un sitio complicado, a la derecha, pero tenía la distancia clavada. Sabía que tenía que pegar un buen hierro 9 para llegar y lo logré», repasaba Fernández-Castaño. «Oímos los vítores en el green pero no había mucha gente, con lo que no sabíamos qué había pasado. Lo averiguamos al coronar la colina».

Sin duda, un comienzo mágico para una jornada especial culminada con un 5-0 que mañana tendrá que defender el equipo europeo.