Hace un año Rory McIlroy utilizaba el Emirates Australian Open como trampolín para su magnífica temporada de 2014 al imponerse en el último hoyo a Adam Scott, que se quedaba a punto de llevarse la triple corona australiana (PGA, Masters y Open) por culpa de un bogey a última hora combinado con un gran birdie del norirlandés. Un año después, los organizadores confían en que el destino (y el buen juego) vuelvan a reunir a las dos figuras principales del torneo, porque de partida han preferido separar a sus dos «gallos» y repartir su impacto mediático en los dos turnos de juego.
Scott sigue teniendo muy presente lo sucedido el año pasado y, aunque este año las circunstancias son distintas (quedó segundo la semana pasada en el Masters austrlaiano), no le importaría desquitarse.
«Tengo una espinita clavada por no ganar el año pasado. Lo hice todo menos ganar», declaraba a los periodistas reunidos en The Australian Golf Club. «A última hora tuve la oportunidad de cerrar la puerta, pero la dejé abierta y no puedes hacerlo contra los mejores del mundo porque pasan, como hizo Rory».
Desde aquel cruce de caminos, Rory McIlroy se hizo con dos majors (Open Championship y PGA), un campeonato del mundo (Bridgestone Invitational) y relevaba a Adam Scott en el número 1 del mundo, dado que el australiano (tercero en el ranking actual) solo ha conseguido una victoria a lo largo de 2014 (en el Crowne Plaza Invitational). Aun así, el norirlandés no tenía previsto que dicho relevo se produjera tan pronto.
«Recuerdo que me reuní con mi equipo para ver qué quería hacer, y pensé que me iba a costar mucho recuperar el número 1. No creía que fuera posible este año. Pensaba que tal vez a primeros de 2015», explicaba un sonriente McIlroy durante su rueda de prensa.
Sin duda, su rendimiento en 2014 ha sido espectacular, y más si tenemos en cuenta que ha tenido un buen número de distracciones extradeportivas (su ruptura con Caroline Wozniacki y con Horizon Sports, su anterior agencia de representación).
En cualquier caso, McIlroy y Scott, además de vigilarse a distancia, tendrán que estar muy atentos a lo que haga la plana mayor del golf australiano, una amalgama de veteranos (Nick O’Hern, Robert Allenby, Craig Parry, Peter O’Malley, Richard Green, John Senden o Geoff Ogilvy) y futuras estrellas (como los jóvenes amateurs Ryan Ruffels o Antonio Murdaca, clasificado para el Masters) que querrán hacerse con el título más prestigioso de su país.
Junto a ellos, un buen número de invitados foráneos encabezados por Jordan Spieth, que tuvo una gran actuación en el Dunlop Phoenix, Boo Weekley, Kyle Stanley, Jamie Lovemark y el zimbabuense Brendon De Jonge.
Horarios de salida y resultados
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