Llegar, jugar y ganar, esa es la consigna para Rory McIlroy esta semana en el Wells Fargo Championship. En mitad de un periplo de cinco semanas consecutivas compitiendo, McIlroy ha decidido recortar al máximo el tiempo dedicado al entrenamiento entre vueltas y llegó a Quail Hollow el miércoles con el tiempo justo para jugar el pro-am. De momento, el ahorro de fuerzas le está sirviendo para colocarse poco a poco entre los mejores y acechar a los líderes desde la quinta plaza.
Con un 67 sin bogeys y aprovechando su contundencia desde el tee (lleva -7 en los ocho pares 5 que ha jugado hasta el momento), McIlroy ya se encuentra con -7 en el acumulado a tres golpes de los líderes, el socio de Quail Hollow Webb Simpson y Robert Streb.
«No he pasado muchos apuros y me está yendo bien. Le pegué muy bien al drive en el TPC Sawgrass y esta semana sigo igual», declaraba el norirlandés.
Mickelson, por su parte, que tras la primera jornada declaraba que parecía empeñado en convertir 66 en 71, se quitaba la espina al firmar la cifra de su ejemplo, un buen 66, en el segundo parcial para igualar en la quinta plaza con el número uno del mundo.
En cabeza, y rodeado de familiares y amigos, Webb Simpson compensó dos bogeys tempraneros con siete birdies para alcanzar el -10 y colocarse líder a mitad de camino por sexta ocasión en el PGA Tour. A su vera, Robert Streb siguió con sus problemas desde el tee de salida, pero lo compensó sobradamente con el acierto en los tiros a green y la solvencia con el putter. Por detrás de ellos, a solo dos golpes, está el también estadounidense Patrick Rodgers, que está sacando el máximo partido a la invitación que le cursó la organización. Rodgers, que igualó el récord de victorias de Tiger Woods en Stanford, es el último premio Ben Hogan, galardon al que aspira este año Jon Rahm.
Gonzalo Fernández-Castaño acabó con un abultado 78 para fallar el cuarto corte consecutivo, su peor racha desde que llegó al PGA Tour. Dos doble bogeys y dos bogeys en la temida milla verde fueron demasiado lastre para el madrileño, que sigue en una posición delicadísima en el circuito.
La anécdota del día la protagonizó Colt Knost, autor de un hoyo en uno en el duro hoyo 17. El estadounidense también conseguía un birdie en el hoyo final y superaba el corte por un golpe.
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