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Maneras creativas de canalizar la frustración

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Óscar Díaz | 12 de noviembre de 2014

Para el común de los mortales, el golf es un deporte repleto de contrastes. El grado de satisfacción que nos ofrece suele ser inversamente proporcional a las frustraciones que genera, pero siempre nos ofrece una pequeña agarradera para que, nada más terminar una vuelta, ya estemos pensando en la próxima vez que nos tocará afrontar su desdén.

Pero hay quienes alcanzan el punto de ruptura y exteriorizan sus frustaciones golfísticas de manera creativa, como este jugador que, como nos muestran desde Back9Network, después de jugar una vuelta pésima en el campo Kau Sai Chau de Hong Kong decidió ofrecer un entierro marino a sus palos (salvo al putter, que quedó indultado para jugar al minigolf).

Hay otros que se lo toman un poco peor y deciden emplear la fuerza para «divorciarse» de sus compañeros de partida. En esta ocasión, el jugador perdona únicamente a un wedge, y los demás quedan bastante maltrechos (bolsa incluida).

Del mismo modo que el golf exige una técnica depurada, también hay quienes ofrecen asesoría para desahogarse adecuadamente en un campo de golf. Es el caso de Rob Stocke, que grabó este divertido vídeo para enseñarnos los fundamentos de unas cuantas maniobras que servirán para aliviar la mala leche generada durante una partida. Eso sí, al acabar nos recomienda que nos pongamos en contacto con él, ya que unas clases de golf son bastante más eficaces que aprender a lanzar o romper un palo con estilo.