Este sitio emplea cookies de Google para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.

Zona Pro

Luke Donald: los cimientos de la victoria

Enrique Soto | 14 de diciembre de 2011

Luke Donald ha sido elegido el mejor jugador del año en el PGA Tour. Dos victorias (Accenture Match Play Championship y Disney Classic), catorce top 10 en diecinueve torneos disputados y ser el líder en la lista de ganancias han sido los motivos del circuito para premiarle. La realidad es que todos pensábamos que el inglés, además de ser el actual número uno del mundo, había firmado mejor temporada que el resto de jugadores.

La tendencia en el golf moderno es distinguir a los jugadores que han conseguido ganar un major de los que no lo han logrado. Se trata del gran sueño de cualquier profesional. Hacer coincidir momento, escenario y rival ideales. Pasar a la historia. Sin embargo hemos visto a lo largo de muchos años como jugadores que conseguían uno de los máximos galardones del golf desaparecían, se esfumaban del panorama competitivo. Ben Curtis, Rich Beem, Shaun Micheel, Michael Campbell. A penas queda rastro de ellos.

Hay algo que es prácticamente tan difícil de conseguir como un major: vencer en el momento oportuno. De las cuatro victorias que ha conseguido Luke esta temporada (BMW PGA Championship y el Abierto de Escocia en el European Tour), ninguna ha sacado a la luz la superioridad del inglés como la, aparentemente, menos importante de todas. El Disney Classic (actual Children’s Miracle Network Hospitals Classic) descubrió al Donald que no espera a que su insultante regularidad le traiga buenos resultados, sino al que escoge el momento oportuno y lanza un ataque certero e incontestable. Muchos de los jugadores que han conseguido ganar un major no han sido capaces de algo similar. Ganar en el momento preciso, sabiendo que se trata de una oportunidad única, distingue a los mejores jugadores.

Ahondando en sus números esta temporada, salta a la vista que el mejor jugador del mundo promedie 284 yardas (unos 260 metros) desde el tee de salida. Hubo un tiempo en que este hándicap respecto a grandes pegadores hacía pensar que sería imposible que Donald consiguiera ser el mejor jugador del año. Incluso el propio jugador trabajó duro para disminuir esa diferencia de metros. La solución definitiva ha resultado ser la opuesta. El que menos golpes ha promediado en ambos circuitos, el primero en ambas estadísticas que miden el comportamiento en los greenes (“Strokes gained putting” y “Putts per Green in Regulation”), el más preciso desde el tee y el que más greenes en regulación ha conseguido en el European Tour. Fomentar sus virtudes y disimular sus limitaciones. “Me encantaría pegar a la bola más lejos ya que haría que mi vida fuera un poco más fácil, pero me tengo que aferrar a lo que tengo y saber cuáles son mis talentos.”

Estos números tienen un concepto muy claro detrás: dominio. No sabemos si el año que viene sus números serán similares y si este gran despliegue se seguirá traduciendo en más victorias. “Espero que su temporada obtenga el reconocimiento que se merece”, comentaba Graeme McDowell hace unos días. El PGA Tour lo ha reconocido finalmente. Tiger Woods parece volver a pisar la senda de la victoria, Rory McIlroy demuestra tener la capacidad de jugar mejor que nadie y otros grandes jugadores consiguen ganar majors. Mientras tanto, Luke Donald finaliza el año 2011 demostrando que es el rival a batir.

Deja un comentario

Si estás registrado, la publicación de tus comentarios será instantánea. Asegúrate de escribir correctamente tanto tu nombre de usuario como la dirección de correo electrónico que incluiste durante el registro.
Si no estás registrado, tus comentarios quedarán pendientes de moderación. Regístrate aquí.

Comentario: