A los golfistas no les molesta que su buen juego les estropee sus planes alternativos. David Toms tenía pensado acercarse a ver al equipo de fútbol americano de su querida Louisiana State al vecino estado de Luisiana, pero su liderato compartido con John Rollins hará que su salida del sábado seguramente se solape con el comienzo del partido.
No le quedará más remedio que quedarse en Jackson, Misisipí, o en sus alrededores, aunque su -10 acumulado y su gran juego (lleva dos días sin cometer ningún error) seguramente le tienen más ilusionado y expectante que lo que haga su querida universidad en el partido de hoy.
«Jugar bien es lo que me emociona. Nunca se sabe, cuando rondas la parte alta del marcador, de vez en cuanto te llevas un trofeo», declaraba el estadounidense, que lleva sin ganar desde el Colonial de 2011.
A su lado se encuentra otro jugador cuya sequía se extiende hasta 2009, John Rollins, y que se encuentra encuadrado dentro de la categoría de «campeones pasados» después de perder la tarjeta en 2014. Su 66 de la segunda jornada en el Country Club de Jackson, con cuatro birdies en los cinco primeros hoyos y dando una exhibición de tee a green, le permite soñar con romper su mala racha de juego y resultados.
Por detrás, a dos golpes, aparece el canadiense Nick Taylor para cerrar el podio, mientras que con un golpe más están los estadounidenses Robert Streb y Tom Gillis. El primer líder, el joven danés Sebastian Cappelen, tuvo un día complicado y su +3 le hacía retroceder hasta la vigésimo primera plaza compartida.
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