Pocas dudas quedan por resolver tras ver a Tiger en el segundo World Golf Championship de la temporada. Es el mejor nivel de juego que hemos visto en el número dos del mundo en los últimos años, hasta el punto de que nos recordó cómo se cerraba un torneo manteniendo el control absoluto de la clasificación. Era Woods en su versión más arcaica y también la más peligrosa. Los números están para corroborarlo:
– Se quedó a un solo birdie de igualar su mejor registro en un campeonato (28 en el Buick Open de 2006 y Tour Championship de 2007).
– Sumó cien putts en 72 hoyos. Su récord personal en el PGA Tour.
– En los greenes de Doral, promedió 1,98 putts menos que el resto de contendientes (strokes gained putting).
– Fue séptimo en greenes en regulación.
Todo esto, traducido en imágenes, da como resultado el vídeo que os adjuntamos. Ni un solo drive a lo largo de seis minutos. Una exhibición de golpes a green y putts decisivos.
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